sábado, 25 de febrero de 2012

“El negocio que no innova y se adapta a su contexto está destinado al fracaso”

La línea recta es el camino más corto entre dos puntos. Y en crisis, el más económico. Convencido de la validez de esa máxima para el mundo de los negocios, el experto en coaching y Programación Neuro Lingüística (PNL) Jorge Rial ayuda a empresarios y autónomos a visualizar sus objetivos y cómo alcanzarlos de una manera eficiente. “El individuo amplía su ámbito de conciencia y ve opciones que antes no reconocía”, señala el especialista. En marzo Rial impartirá un curso sobre coaching dentro de las actividades formativas organizadas por la Cámara de Comercio de Vigo.

–El coaching se ha colado en nuestro lenguaje habitual. ¿Pero en qué consiste exactamente?

–Se trata de una herramienta de cambio, un proceso de aprendizaje en el que un individuo, o un grupo de ellos, analiza dónde se encuentra y a dónde quieren llegar. Ese recorrido es a lo que ayuda el coaching, que contribuye además a aprender del proceso y tomar conciencia de hacia dónde se dirige, cuestionándose qué es necesario cambiar o qué se quiere lograr. En esta disciplina se dice que el coach tiene todas las preguntas y el cliente las respuestas.

–¿Qué herramientas maneja para alcanzar esa meta?

–Se logra mediante la técnica interrogatoria. El individuo amplía su ámbito de conciencia y ve opciones que antes no reconocía. Yo aplico además técnicas de Programación Neuro Lingüística (PNL), porque no solo basta con una toma de conciencia: si alguien quiere dejar de fumar, por ejemplo, tiene que tomar conciencia de que debe dejar de fumar y puede llegar a ello pero además deberá romper con ciertos hábitos. El coaching le ayuda a comprenderlo y la PNL a romper los comportamientos o hábitos que le desarrollan conductas no deseadas.

–El empresario toma conciencia así de sus errores.

–Sí, y lo que se hace bien, para continuar haciéndolo. El problema es que dentro de las organizaciones existen innumerables paradigmas que se repiten generación tras generación y eso es un error, porque todo cambia: el entorno, la economía, el mundo… y hay que adaptarse. Eso es lo que le cuesta a menudo a las empresas: romper con los paradigmas para alcanzar nuevos objetivos.

–Más si cabe en Galicia. ¿Es cierto que aquí está arraigada una cultura más conservadora?

–Eso está cambiando. Yo soy un hijo de gallegos nacido en Uruguay que da formación por toda España y veo que esos patrones están de alguna manera transformándose. Las nuevas generaciones ya vienen totalmente cambiadas. Antes se creía que era necesario trabajar 12 o 14 horas para producir más. Y eso no siempre es así porque a veces la cantidad no hace la calidad.

–La crisis ha llevado a muchos negocios a ajustarse el cinturón. ¿Recurren ahora con mayor frecuencia las empresas al coaching para alcanzar de una manera directa sus metas?

–Marcarse objetivos concretos y tratar de limpiar información y fases que no sirven en ese proceso es fundamental. Si las empresas no innovan y adquieren nuevos paradigmas para adaptarse a su contexto están destinadas al fracaso. Yo tuve la suerte de vivir la crisis de Latinoamérica y sé que es en estas épocas cuando se toma conciencia acerca de qué cosas se estaban haciendo mal para cambiarlas, porque cuando las vacas son gordas se tira hacia adelante.

–La crisis como oportunidad.

–Sin ninguna duda. Depende del enfoque porque toda situación tiene siempre dos lecturas y por más difícil que sea una situación siempre ofrece oportunidades. En el coaching tratamos de generar una visión mucho más amplia del problema y poner el foco en cuestiones que antes se pasaban por alto. Yo creo que hay algo fundamental, tanto en las personas como en las organizaciones, que es la autocrítica. A todos nos gusta escuchar lo buenos que somos pero no qué cosas no hacemos tan bien. Y es la autocrítica lo que nos permite seguir avanzando.

–¿Es el coaching únicamente para empresas y directivos?

–Las organizaciones las formamos personas. El proceso de coaching también ayuda al individuo porque, en definitiva, las ideas las llevan a cabo personas. Hay que pensar que el concepto de líder arranca por liderar nuestra propia vida y acciones. Se toma el liderazgo en un proceso amplio, viendo al individuo como líder de su vida, en su propio trabajo, familia, momentos de esparcimiento, salud o economía.

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