Iniciar un negocio con un familiar es un tema delicado, más aun si se trata de un hermano o una hermana. Las cuestiones laborales suelen involucrarse en el interior de la familia, y viceversa. Los intentos para que ello no ocurra pueden dar resultado, pero en ocasiones lo único que logran es atemperar el impacto de un ámbito en el otro.
Muchas recetas se manejan en ámbitos académicos y los consejos sobran cuando de asesorar se trata. La capacitación, la preparación universitaria, la distribución de roles, el eventual papel de los hijos, el armado de los planes de negocio y el balance con la vida personal son algunos de los aspectos con los que deben lidiar los hermanos que emprenden caminos laborales en sociedad. Esteban Risso tiene 39 años. Junto a sus hermanos menores, José (36) y Andrés (33), es propietario y administra la pinturería Pintelux, que hoy posee una casa central y tres sucursales.
La empresa fue fundada en 1974 por su padre, que falleció hace 23 años. La madre de los hermanos se puso la compañía al hombro por cinco años, pero luego ellos se hicieron cargo del negocio como socios, cada uno con su rol, según explicó a Café & Negocios, Esteban Risso.
Actualmente él gerencia las áreas de marketing y de desarrollo del negocio, mientras que Andrés es el encargado de las sucursales y José se desempeña en el puesto de gerente general. Cada tres años rotan en sus puestos.
“Para nosotros es un placer (trabajar juntos) porque en lo grupal pensamos que los mejores socios están en la familia. Hace que tengamos un compromiso no solo desde el punto de vista de las obligaciones sino también moral, dado que nos planteamos alcanzar determinados objetivos a nivel de grupo”, sostuvo Risso.
Los hermanos también llevan adelante un negocio de cría de ganado en el departamento de Florida, donde también rotan cada tres años la responsabilidad de gerenciarlo.
Para el catedrático asociado y profesor titular de Empresas Familiares en la Universidad ORT Rodolfo Gioscia, el éxito de las empresas gestionadas por hermanos depende de la “cultura de la familia” y de si logra constituirse en una “familia empresaria”.
Según Gioscia, el sector gastronómico y de alimentación, así como el comercio en general, son las áreas en las que hay más compañías fundadas y gestionadas por hermanos. No obstante, existen en todos los rubros. “Como motor de la economía de la mayoría de los países del mundo, este tipo de firmas tiene asegurada su continuidad”, apuntó.
El punto clave del éxito
La capacitación es la mayor herramienta para los emprendimientos familiares, sobre todo en los que son gerenciados por hermanos.Gioscia insistió en la necesidad de acercarse a instituciones, universidades y especialistas, que puedan “ayudar a transitar mejor el camino de la constitución y el desarrollo de los negocios”.
Esteban Risso reconoció que los tres hermanos recibieron capacitación por parte de especialistas en gestión de empresas familiares y que concurrieron a psicólogos que los asesoraron. Según explicó, la distribución de tareas se impulsó por el “desgaste” que causó que uno de ellos estuviera al frente de la gerencia general.
Una historia distinta, pero con ribetes similares, se da en la empresa MercoPack, que se dedica a la fabricación de envases de cajas de cartón y cartulina para el transporte de productos refrigerados y congelados; la empresa también comercializa bolsas de papel y de plástico.
Al frente de la firma están los hermanos Fernando y Patricia Tarabal, y un tercer socio que no pertenece a la familia pero que conocen desde la niñez. Patricia controla la parte de créditos y cobranzas, Fernando la gerencia comercial y el socio se encarga de la dirección industrial.
“Los roles se adjudicaron en forma natural, ya que cada uno tiene diferente forma de ser y se siente cómodo gestionando el área que asumió. Uno de los puntos más fuertes al momento de formar una empresa familiar es que a las personas que la integren les guste las áreas de trabajo”, destacó Fernando Tarabal.
Los pros y los contras
Para Ferdinando Cuturi, uno de los tres hermanos socios de la empresa Mr Bricolage y de otra empresa que comercializa maquinas expendedoras de bebidas y alimentos, hay más ventajas que desventajas.
“La honestidad, el interés común, el estar presente en los buenos y malos momentos, el sentirse respaldado de manera incondicional son todos elementos a favor”, destacó Cuturi.
“De los elementos en contra puedo mencionar la delgada línea que separa la actividad familiar de la actividad empresarial, al punto que se nos ha hecho difícil convivir con nuestras familias en conjunto. Otro punto importante es cómo la historia familiar se hace presente de manera continua en la empresa”, señaló. Si bien afirmó que él no lleva los problemas a la casa, admitió que es algo que puede ocurrir en las empresas gestionadas por hermanos.
Los empresarios consultados destacaron que la apertura de nuevas líneas de negocio o el ingreso de familiares a la compañía son dos temas delicados. No obstante, la firma de un protocolo familiar que regule estas decisiones y otras despierta sentimientos encontrados. Por lo general, este tipo de documento establece los criterios de asignación de roles, potestades, qué hacer al momento de transferir el mando, qué ocurre cuando uno de los socios muere, la edad de retiro, entre otros.
Fernando Tarabal consignó que en su caso “no fue necesario fijar en un documento legal” los procedimientos a seguir. En tanto, Risso opinó que el protocolo familiar es “indispensable para el futuro de la empresa y, sobre todo, para las nuevas generaciones que quieran continuarla”.
En el caso de Pintelux, el protocolo fue redactado junto al contador de la empresa a partir de las sugerencias de todos los hermanos, dado que, si bien tiene un “valor simbólico”, regulará el futuro acceso a la empresa de los hijos de los tres socios. Cuturi razonó de la misma manera.
30%
Cuestión generacional. De acuerdo al profesor titular de Empresas Familiares en la Universidad ORT, Rofolfo Gioscia, la tendencia es que el 30% de las empresas familiares pasan a manos de la segunda generación, mientras que solo el 15% alcanza a la tercera.
La clave para gerenciar emprendimientos
Factor. El respeto hace posible los negocios en familia
Tres hermanos de una familia de 11 hijos son dueños y administran la franquicia en Uruguay de la casa de bricolaje francesa Mr Bricolage, que ocupa uno de los primeros puestos en el rubro “hágalo usted mismo”.
Ferdinando Cuturi, de 54 años, administra la compañía con Stefano (55) y Fabrizio (69). Trabajan juntos desde hace 27 años, pero no solo en Mr Bricolage. Tienen otra empresa, llamada café.com.uy, que ofrece el suministro y mantenimiento de máquinas automáticas de bebidas calientes y frías, así como snacks y bebederos de agua.
Uno de los hermanos gerencia esa empresa, el otro gerencia el área de ventas y el tercero gerencia el soporte administrativo de ambas actividades. Además, rotan el puesto de gerente general.
En Mr Bricolage postergan desde hace varios años la apertura de una nueva sede producto de los vaivenes económicos, aunque la posibilidad no fue desechada. El proceso se discutió con sus hermanos “sin exabruptos pero con posiciones defendidas con vehemencia”, tal como ocurre en el resto de las instancias de toma de decisiones, afirmó Ferdinando. “Si hay algo que hemos aprendido en esta travesía en conjunto es respetar los roles operativos de cada uno, donde cada gerente se informa e informa acerca de los temas importantes y sus decisiones son respetadas por el resto, así como que se le debe dar a los accionistas la información clara y confiable”, agregó.
Para el empresario, “hay mucho escrito” sobre las empresas familiares pero es importante “contar con el apoyo de alguien capacitado en este tema”.
Protocolo. Muchos hermanos que tienen negocios en conjunto entienden que es útil contar con un conjunto de normas que regulen la relación entre los socios, el funcionamiento, el desarrollo de nuevos negocios y la incorporación de otros miembros.
Rotación. Algunos hermanos creen conveniente que la gerencia general de la empresa rote entre los socios, así como el resto de los puestos de responsabilidad. Otros aconsejan la participación de una persona ajena.
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