domingo, 11 de marzo de 2012

¡Salvemos a la empresa familiar!

Si a las circunstancias actuales de la empresa, unimos la problemática particular de la empresa familiar podemos predecir que la supervivencia de una gran cantidad de ellas está corriendo un serio peligro.



Uno de los problemas es el miedo a crecer. El conservadurismo, el temor a perder el control las lleva a mantener economías de subsistencia.



Modernizar la imagen de la empresa y de los productos es todo un reto para cualquier empresa familiar, sobre todo si existe una fidelidad a la tradición mal entendida.



Suelen estar muy jerarquizadas donde el núcleo duro de la dirección está formado por personas de la familia que han llegado al puesto en muchos casos más por sus lazos familiares más que por su talento. Es muy complicada la evaluación de funciones y capacidades debido a las relaciones familiares que afectan al propio organigrama.



La promoción interna del personal ajeno al círculo familiar es casi inexistente, esto suele contaminar al personal con talento y provoca una gran desmotivación.



La comunicación interna suele estar poco sistematizada y se realiza de una manera informal.



Si nos decidimos a innovar lo tenemos que hacer con firmeza pero con suavidad para evitar que se resientan demasiado las estructuras de la organización.



El primer paso hacia la innovación está en cambiar la cultura de la empresa diferenciando la propiedad de la empresa de la dirección y liderazgo que necesita la empresa poniendo a las personas con más talento para el desempeño del puesto en cuestión.



Y lo más importante es dotar de un protocolo familiar que regule internamente los aspectos sensibles además de ayudar a solucionar distintos problemas en la relación empresa-familia. El protocolo familiar debe tratar desde la sucesión hasta los órganos de gobierno, pasando por otros muchos aspectos como las políticas de remuneración a los familiares, el intercambio de acciones, las características exigibles para la entrada de los miembros de la familia y otros muchos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario