sábado, 16 de febrero de 2013

¿Cómo es la calidad de un producto?






En su ya clásico libro “The Long Tail”, Chris Anderson cuenta una historia interesante sobre los condicionantes que pueden hacer que un producto sea un éxito o no.
Es la historia del libro que el alpinista Joe Simpson escribió en 1988. El libro se llamaba “Touching the Void” y, en él, relataba su contacto con la muerte en una de sus expediciones a los Andes.
El libro fue uno más entre los miles de libros que pueblan las estanterías de las librerías. Pasó sin pena ni gloria y no se volvió a hablar más de él.
Diez años más tarde se público otro libro sobre tragedias en la montaña. El nuevo libro, “Thin Air”, fue un éxito absoluto.
Lo curioso de toda esto es que, de la noche a la mañana, el libro de Simpson, “Touching The Void”, empezó a venderse de nuevo.
A rebufo del éxito del segundo libro, los libreros empezaron a colocarlos juntos y a ofrecer paquetes de descuento con los dos libros. Al poco tiempo, “Touching The Void” había vendido más del doble de ejemplares que el libro que posibilitó su resurrección.
¿Antes no y ahora sí?
La idea de productos que no funcionan en un primer momento para hacerlo posteriormente es una idea interesante.
Es una idea que saca a debate el concepto de calidad de un producto. Calidad explicada en términos de posibilidades de venta.
Aquí, hay que reflexionar de nuevo sobre los productos. Todos los productos tienen dos dimensiones. La dimensión del contenido (qué es) y la dimensión del marketing (cómo lo vendemos).
El concepto es intuitivo, pero lo dejamos de lado con demasiada frecuencia. Hay compañías que se centran en el contenido de sus productos. Es necesario, pero es incompleto.
Éstas son compañías que producen productos como el primer libro de esta historia. Un buen producto que no llega a venderse en un primer momento porque no está en el lugar adecuado o no está junto a los libros adecuados o…
Otras tienen una vocación más centrada en el marketing y vuelcan sus esfuerzos en la comercialización y puesta de largo de sus productos. Está bien, pero necesitan buenos productos para que su aventura no se quede en algo pasajero.
Al final, un buen libro no se empieza a vender hasta que no se vende correctamente. Las dos dimensiones del producto son necesarias, pero ninguna de ellas es suficiente. Se necesitan las dos para tener un producto con posibilidades. Se necesitan las dos para tener un producto de calidad.
Autor, Salvador Figueros
Salvador Figueros es fundador de Gorila Marketing. Desde su compañía, enseña a pequeñas empresas sistemas para conseguir más clientes y generar más ingresos. Autor de dos libros: “¿Jefes…? No. Gracias” (Gestión 2000) y “Twittemprendedor” (ESIC). Escribe sobre marketing y colabora con distintas escuelas de negocio.
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