jueves, 21 de marzo de 2013

Como hacer una encuesta para tu proyecto






Encontrar una idea de negocio novedosa significa haber descubierto una forma innovadora de responder a una necesidad de potenciales clientes. Elaborar una encuesta, en muchos casos, permite asegurarse de que se trata de una idea con potencial y no solamente de una elucubración. Sus resultados no garantizarán nada, pero pueden ser muy útiles para definir mejor el modelo de negocio o descubrir incluso nuevas necesidades del mercado.
1º- Definir el objetivo
Demasiadas veces los emprendedores se lanzan en hacer una encuesta sin haberse parado el tiempo suficiente a pensar en lo que quieren hacer con ella.
En primer lugar, se trata evidente de responder a una pregunta concreta. Por ejemplo, puede que busquemos un porcentaje aproximado de cierto grupo poblacional que estaría dispuesto a pagar por un servicio como el que pensamos proponer.
En segundo lugar, tenemos que tener claro la utilidad de las respuestas. Si es solo por curiosidad o porque nos parece interesante saberlo, no merece la pena. Los resultados que tengamos deben llevarnos a tomar acciones.
2º- Definir la muestra
Una vez que tengamos claro lo que queremos comprobar haciendo una encuesta, queda saber a quien se la vamos a hacer. Dependiendo de nuestro proyecto las muestras serán distintas. Puede que buscamos la opinión de la población en general, o que nos interese un grupo socioeconómico muy concreto.
No vale preguntar aleatoriamente
Si queremos resultados fiables, no podemos colgar una encuesta por Internet sin más o plantarnos en la acera de una calle muy transitada para parar peatones. Si lo hiciéramos así, obtendríamos resultados de personas que pueden no representar correctamente al mercado objetivo que queremos analizar. Por ejemplo, si preguntamos por la calle, a la salida de una estación de metro, dependiendo de la hora nos encontraríamos con mayorías de personas que van o vuelven del trabajo, jubilados, estudiantes, parados. Incluso si nos quedásemos todo el día para tener respuestas de todas esas categorías, habríamos dejado de lado a grupos como las personas que se quedan en casa, o los que viajan en bus o en coche.
Pasa lo mismo en una encuesta online. Dependiendo de donde la publiquemos se conseguirá un público u otro.
Buscar las formas de interrogar una muestra fiable
Por lo tanto, queda claro que tenemos que primero definir con cuidado nuestra muestra, y solo después buscar la mejor forma de preguntar. Suponiendo que nuestro mercado sean los jóvenes hombres ejecutivos, podríamos hacer la encuesta a la salida de varios centros de negocios importantes, seleccionando a las personas en función de la edad y de indicios sobre su puesto de trabajo (traje y corbata).
Por Internet, podría funcionar colocar la encuesta en una página o un foro cuya temática este asociada al público que queremos entrevistar. Para asegurarnos más, podríamos incluir preguntas de filtro (para quedarnos solo con las respuestas de la gente que nos interesa).
Tamaño de la muestra
Si tienes algunas nociones de estadísticas sabrás que para tener unos resultados fiables, y siempre que hayas seleccionado correctamente la muestra, no te hace falta interrogar a muchas personas. Por poner un ejemplo, en política los sondeos se hacen con muestras de unas 1.000 personas y la fiabilidad es importante (un 2% aproximadamente). Claro está que las empresas que los hacen disponen de bases de datos muy fiables que les permiten seleccionar a los encuestados con unos criterios precisos para definir una muestra representativa de la población española.
Cuanto más pequeña sea la población que quieras estudiar, proporcionalmente más personas tendrás que investigar. Por ejemplo, si quisieras saber la opinión de los empleados de una empresa de 100 trabajadores con una fiabilidad del 5%, tendrías que pasar la encuesta a 80 de ellos. En cambio, si la empresa tuviera 2.000 empleados, con tener la opinión de 323 de ellos tendrías la misma fiabilidad del 5%.
Por lo tanto, primero tienes que saber cual es el tamaño de tu mercado potencial, y luego definir el tamaño de tu muestra, especialmente si tu mercado potencial es pequeño.
3º- Definir las preguntas
Como ya hemos subrayado, el objetivo de la encuesta en responder a una interrogación. Pero no vale con hacer la pregunta que nos interesa y analizar las respuestas. Ojala fuera tan sencillo, pero por desgracia las personas no contestan de forma tan objetiva ni tan rápida. Si les hiciéramos solo una pregunta, probablemente no tendrían datos suficientes para responder honestamente, y las respuestas tendrían poco valor.
En lugar de ir al grano, la encuesta debe funcionar como un embudo que nos lleva a una respuesta más próxima a la realidad de lo que opina el encuestado. Se empieza por preguntas más generales, sencillas y poco comprometidas para generar confianza, y poco a poco se va afinando hasta llegar a preguntas más concretas y relacionadas con lo que queremos saber.
Idealmente, para tener resultados fiables habría que preguntar varias veces lo mismo de formas diferentes, para asegurarse de que la respuesta es honesta. Pero también hay que tomar en cuenta que responder a una encuesta es molesto, y por lo tanto es necesario no alargar demasiado el cuestionario.
También es importante incluir algunas preguntas que permitan hacer una segmentación de los resultados en función del tipo de encuestado. Pero de nuevo hay que ir con cuidado, porque si se hacen demasiadas preguntas personales las personas se pueden sentir incómodas y no responder honestamente.
4º- Analizar las respuestas




El análisis de los resultados de la encuesta depende principalmente de la calidad de las preguntas y de la definición de la muestra. Si has hecho preguntas acertadas a un número suficiente de personas seleccionadas dentro del grupo poblacional que te interesa, entonces tendrás resultados explotables para el análisis.
Tendrás que tomar en cuenta diversos factores como el porcentaje de respuestas (tienen que tomar en cuenta las personas que se han negado a responder, sino falsearías los resultados), y filtrar tus resultados en función de los criterios que habrás incluido dentro de las preguntas.
Cuando tengas los resultados, puede pasar dos cosas. O tienes una tendencia clara (y estadísticamente relevante), o los resultados no son concluyentes. En ambos casos tienes que sacar una enseñanza. Como en la investigación científica, los resultados negativos también son resultados válidos.
Si los resultados confirman tu teoría y apoyan tu idea de negocio, y que el método de elaboración de la encuesta es lo suficientemente fiable, puedes incluir esos resultados dentro de tu plan de empresa y presentarlos a los posibles inversores. Si tu muestra era demasiada pequeña o tus resultados no son lo suficiente claros, puedes conservarlo como un argumento adicional pero es mejor no incluirlo en el plan de negocio.
5º- Los formatos de encuesta
Hoy en día tienes muchas opciones para interrogar a las personas, repasémoslas.
En la calle
Es el formato más tradicional. Puede ser útil para obtener rápidamente y por poco dinero una serie de respuestas. Si no tienes presupuesto para un estudio, lo puedes hacer tú mismo. El problema es que es bastante difícil conseguir una muestra bien definida, porque precisamente las personas que te encontrarás no serán representativas del conjunto de la sociedad.
Sin embargo, dependiendo de tu mercado puede ser muy útil. Si te colocas a la salida de un hipermercado a ciertas horas tendrás una muestra de amas de casa, si lo haces a la salida de un colegio, tendrás a padres con hijos pequeños, etc.
Por teléfono
No es el método más recomendable, precisamente porque recibimos todos tantas ofertas comerciales que estamos predispuestos y no queremos responder. Además, para ciertos colectivos (por ejemplo las personas que trabajan), es imposible responder durante el horario de oficina, y por la noche las personas están cansadas y no les apetece responder.
Otra dificultad es que no es fácil tener acceso a unas bases de datos fiables de teléfonos, y este tipo de encuesta puede acabar siendo costosa (por el precio de las llamadas).
Sin embargo, cuando tu mercado sean empresas, es un método que puede resultar interesante. Tendrás que aprender a sortear los obstáculos para hablar con la persona adecuada, y estar dispuesto a recibir muchas negativas.
Online
Con Internet puedes crear tu encuesta gratis con herramientas como Survey Monkey, FreeOnlineSurveys, Question Pro o similares. Es muy cómodo crear la encuesta pero la verdad es que es difícil obtener un gran número de respuestas fiables.
Si dispones de una base de datos de correos electrónicos (por ejemplo los abonados a tu blog), puedes mandar la encuesta por email, pero tienes que saber que seguramente tendrás un porcentaje bajo de respuestas.
También puedes colgar la encuesta en tu blog o en un foro temático, pero en este caso tendrás aun menos control de quien accede a la encuesta y responde (no te olvides de poner preguntas filtro para poder analizar mejor los resultados).
Algunas empresas venden bases de datos de correos, pero incluso si te proporcionan el acceso a millones de emails, es difícil que puedas hacer una segmentación eficaz y sobre todo que tus correos no lleguen a una carpeta de spam. Antes de pagar por eso piensa como usuario que harías si te llegara una encuesta no solicitada de un perfecto desconocido.
Empresa externa
Para hacer una encuesta, también puedes contratar los servicios de una empresa externa. Te encontrarás todo tipo de compañías y todo tipo de precios. Antes de contratar con alguna de ellas, tienes que definir muy bien la relevancia de tu encuesta para tu estrategia y el presupuesto que le puedes dedicar.
Si no tienes mucho dinero, y vas a pagar una empresa barata, puede que te salga bien o puede que esa empresa use métodos muy poco fiables, y por lo tanto que tengas datos totalmente irrelevantes. Asegúrate antes de saber como realizan el proceso. Pagar caro tampoco te asegura la fiabilidad. Investiga a los investigadores.
Las empresas usan los distintos métodos que hemos citado (calle, teléfono, Internet), y lo ideal es evidentemente que pregunten a personas interesadas en tus productos, no a personas pagadas por responder a una encuesta. Hablo de eso porque es un método que se ha puesto muy de moda: muchísimas personas que buscan ganar algo de dinero por Internet acaban respondiendo a encuestas. Pregúntate si quieres que tu cuestionario lo rellene una persona preocupada por responder un máximo de encuestas en el mínimo de tiempo (para cobrar) o una persona que no cobra.
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