martes, 2 de octubre de 2012

Empresa Familiar: No controlar el trabajo de los empleados.






por Ignacio Aragoneses

Una de las labores más importantes del empresario es hacer llegar a sus empleados aquello que se quiere de ellos y mantener una filosofía de trabajo y cooperación. En la empresa familiar esto puede parecer sencillo pero se convierte en una lucha constante de poder y de toma de decisiones, cuando se trata de los componentes de la familia.
En un primer momento podemos tener problemas para que los individuos de la empresa entiendan como deben realizar las labores, que normas se deben cumplir o que filosofía estamos promulgando en la empresa. Pero una vez que esto ha quedado claro se tiende a funcionar como una unidad en la búsqueda de un mismo fin.
Lo que ocurre habitualmente es que el empleado, sea externo o familiar, aplica sus propias normas y su propia visión al trabajo, haciendo aquello que cree mejor para la empresa. Esto en muchas ocasiones es correcto, pero en otras tantas NO lo es.
El control, por parte del empresario, de aquellos aspectos que hacen diferente a su empresa como pueden ser el estilo, la personalidad, el enfoque, la visión, puede ser la clave para encontrar una empresa que trabaja con una personalidad definida y con unos objetivos claros. En la empresa familiar el empresario debe ser claro en este aspecto y algunos ejemplos podrían ser:
Qué atención ofrecemos a los clientes: Profesional, informal, …
Si estamos en un restaurante ,qué tipo de comida ofrecemos: tradicional, creativa, etc..
Existe uniforme en la empresa, debemos vestir de un modo determinado…
No podemos dejar que cada uno de nuestros empleados aplique sus propias normas en el trabajo, ya que podremos encontrar multitud de opiniones de cada uno de ellos. Cada individuo en la empresa tiene una visión distinta del negocio basada en su experiencia, sus conocimientos, vivencias, etc… Todo esto hace que cada persona tenga una forma claramente distinta de hacer y ver las cosas. Pero no podemos dejar que la empresa sea una mezcla de todas y cada una de estas personalidades.
Algo que he vivido en primera persona es el cambio que experimenta un empleado al que se le permite hacer siempre lo que quiere en el trabajo. Al principio es algo que sucede prácticamente sin darnos cuenta, posteriormente se va haciendo notar y al cabo de un tiempo ha establecido unas pautas de comportamiento totalmente independientes de la filosofía que existe en la empresa. En este momento es cuando el empresario intenta hacer cambiar al empleado, habla con él siendo demasiado tarde y termina siendo una batalla de poder, en la que el empleado no quiere cambiar y solamente acepta un despido remunerado. Si ha esto le sumamos que el empleado puede ser un familiar, estamos entrando en terreno pantanoso.
Para que la empresa pueda existir como tal se deben respetar los fundamentos de la misma, aquello que la diferencia de las demás, su esencia. Este tipo de pensamiento debe ser transmitido por el empresario constantemente a los empleados, familiares o no.
Para dar algunos ejemplos que dañan la imagen de la empresa podríamos citar:
En un hotel cuando alguien entra en la recepción y se le atiende de “usted” o si la persona en la recepción le atiende de “tú”. Este simple cambio tiene un enorme efecto en la imagen de la empresa.
En un restaurante, donde el empresario se esmera en los detalles y monta las mesas con limpieza y cuidado, imaginemos que un nuevo camarero monta las mesas con los cubiertos sucios o manchas en el mantel. Este tipo de pequeños detalles crean una imagen totalmente distinta de nuestro negocio.
¿Qué es lo que realmente buscamos con nuestro negocio?, ¿Que personalidad estamos intentando implementar?, ¿ Que nos hace diferentes al resto y por lo tanto atractivos a cierto público?
El éxito de la empresa depende claramente de que nosotros, como responsables, seamos capaces de promover una cultura y una filosofía de trabajo adecuada y que se cumpla por parte de todos los componentes de la misma.
Si un empleado no quiere cumplir con nuestra visión de lo que es la empresa no tenemos por qué forzar la situación, es mejor que no siga en la empresa antes que perder energía y fuerzas intentando cambiarle.
Una empresa parte de una idea, de una ilusión, de una visión única. Debemos enseñar a nuestros empleados a respetar esta visión y a cumplir las normas asociadas.
CONSEJOS
- Ser claro a la hora de comunicar la forma en la que se realiza el trabajo en la empresa y la filosofía o personalidad de la misma.
- Demuestra que aquello que estamos demandando de los demás ya esta implementado en nuestros hábitos diarios de trabajo. Enseñar con el ejemplo.
- Explicarlo las veces que sea necesario para que todo el mundo lo entienda.
- Si algún empleado no quiere seguir nuestras indicaciones invitarle a salir del proyecto.
- Nunca rendirse y realizar tareas de control y vigilancia sobre lo que hemos establecido si fuese necesario.
Autor Ignacio Aragoneses –
http://negocioyfamilia.blogspot.com.ar/2012/06/no-controlar-el-trabajo-de-los.html?
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