por Francisco Lehmann
Cuando planifiques delegar tareas y autoridad, tené en cuenta esta simple guía de verificación. Seguro que te ayudará a descubrir dónde residen tus virtudes como delegador.
1. No te olvides de generar una actitud positiva en quienes delegues. Una vez que hayas decidido hacerlo, estimula la confianza en el delegado y apoyalo para que alcance el éxito. Cómo hacerlo?:
Tratá de abandonar algunos controles personales y trasládalos a tus propios colaboradores. Ayudalos y hacé que ellos mismos desarrollen sus propios controles.
Confiá en quien delegas (más allá que siga un camino diferente al tuyo. Plantea los objetivos a lograr)
Procurá mantener, y hacer que se mantenga, la calma y la paciencia (Tanto delegar como recibir la autoridad para actuar, es una responsabilidad que progresa con el ejercicio de la misma)
Delegar es asumir un cierto riesgo… no dejes de hacerlo. Habrá mucha gente que te sorprenderá gratamente y aliviará tu tarea! (Te sugiero ver este post: “Trabajar en equipo” http://franciscolehmann.com/web/2012/10/cuando-2-2-debe-ser-5-o-mas/)
2. Seleccioná a la persona, o a las personas, que consideres correctas para que asuman la responsabilidad de lo delegado. No olvides también que si no ayudas a que se ejerciten en asumir responsabilidades, no desarrollarán tal habilidad. Cómo hacerlo?
Aprendé a usar los Mapas de Complementariedad. Estos te dan una información vital para ejercer delegación con propiedad (Clikea para ver el post: “Cómo construir mapas de complementariedad” http://franciscolehmann.com/web/2011/09/como-construir-mapas-de-complementariedad/ )
Preocupate por conocer cuáles son los sesgos motivacionales de tus colaboradores (Te sugiero tener en cuenta el siguiente post “Siguiendo la ruta de la Motivación” http://franciscolehmann.com/web/2012/10/desmotivacion-un-camino-hacia-la-motivacion/)
3. Definí claramente qué es lo que vas a delegar. Muchas veces “lo tienes en la cabeza” y crees que está claro. Recordá que si un tercero no recibe con claridad la idea, no la realizará en línea con lo pensado. Cómo hacerlo?
Procurá delegar cada vez que te sea posible… aún cuando creas que no! Pensá que tendrás colaboradores experimentados y otros que no lo están aún. Si, por velocidad de respuesta, siempre delegas en los mismos, los menos experimentados jamás se ejercitarán. Acordate que delegar es aceptar ciertos riesgos. Te sugiero leer: “Delegá lo que tengas que delegar” http://franciscolehmann.com/web/2012/06/delegue-lo-que-tenga-que-delegar/
Seleccioná y priorizá objetivos claros
Compartí las dificultades que, de acuerdo a tu experiencia, pueden aparecer.
4. Definí y comunica con claridad cuáles son los límites de autoridad que delegas. Recordá que la delegación se perfecciona con el ejercicio de la misma (tanto para vos como para el delegado) Cómo hacerlo?
Informá siempre hasta dónde llega la capacidad delegada de tomar decisiones y por qué lo haces. No obstante no coartes la capacidad de aquel en quien delegas. Trata de forzarte en los límites y confía en quien delegas. Insisto, recordá que la delegación se perfecciona con el ejercicio de la misma. Sugiero que veas el post: “Cómo distinguir lo importante de lo urgente” http://franciscolehmann.com/web/2011/09/como-ser-eficiente-distinguiendo-lo-importante-de-lo-urgente/
5. Apoyá el ejercicio de delegar y evalúa los resultados progresivamente “sin estar encima” de tu colaborador. Cómo hacerlo?
Lo primero… si decidiste delegar, tené confianza y delegá (no tiene sentido hacer lo mismo, al mismo tiempo, los dos) Puedo cansarte con el concepto, pero recordá que la delegación se perfecciona con el ejercicio de la misma (para las dos partes) Movilizar las energías de las personas que trabajan y lograr que puedan aportar lo mejor de sí mismas, es una tarea esencial de todo gerente.
Acostúmbrate, y acostumbra a tus colaboradores, a evaluar la acción, una vez terminada y comparen los resultados con el objetivo planteado.
Como final de esta propuesta, pensá que siempre tendrás excelentes excusas para NO delegar. Fijáte si no pensás muchas veces que:
Tus colaboradores no tienen aún la suficiente experiencia (nunca la tendrán si no comienzas alguna vez)
Explicarles lo que tienen que hacer “me lleva más tiempo que hacerlo yo” (tus colaboradores te estarán eternamente agradecidos de que todo lo hagas vos!)
Mis empleados no están listos para asumir esto (más de lo mismo)
El delegar me aterroriza ya que pierdo el control (Asumí riesgos controlados, de allí el uso de los mapas de complementariedad y pensá que si perdés el control, no ha de ser porque delegues, sino porque te sobrepasan las responsabilidades que asumes sin delgar!)
Autor Francisco Lehmann
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