1. No confundas tu valor con las circunstancias, de lo contrario, puedes cometer el error de dudar de tu talento por estar en paro durante mucho tiempo. Los factores externos son una cosa, y otra muy diferente, tu formación y tu modo de ser. Por tanto, no olvides que la fuerza para adaptarte a los cambios está centro de ti.
2. Planifica tus objetivos y ponte en movimiento desde este mismo instante: ¿Qué estás dispuesto a hacer para alcanzar tus sueños? Merece la pena apostar por ser feliz en el trabajo y no renunciar a este regalo. Otras personas lo consiguen, así que tú también puedes.
3. Eres una persona valiosa, por ello, debes formarte y prepararte todo lo que puedas porque existe una gran competitividad en el mercado.
4. Evita pensar en el futuro para centrarte al cien por cien en el presente. Tampoco te dejes llevar por la nostalgia de creer que cualquier tiempo pasado fue mejor.
5. Si tienes un trabajo, disfrútalo. Si todavía no lo tienes, ten paciencia. El desempleo no es una situación eterna, pero está claro que supone un alto desgaste emocional convivir con la incertidumbre de no saber qué pasará mañana.
6. En vez de preocuparte antes de tiempo por los problemas, intenta ocuparte de los asuntos en su momento para poder resolverlos con Inteligencia Emocional y mucha sabiduría en la toma de decisiones. No pierdas la inquietud por aprender cosas nuevas cada día.
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