miércoles, 12 de diciembre de 2012

¿Cuánto y cómo pagarle a los hijos en una empresa familiar?






por informacion-es.com
Uno de los temas más delicados en una empresa familiar es la parte de la compensación económica.
Es frecuente que al empresario lo asalten las siguientes preguntas: ¿todos los hermanos deberán ganar lo mismo? ¿Cuánto será lo justo, tomando en cuenta que todos son mis hijos o mis yernos? ¿No los estaré echando a perder?
Establecer una política clara de retribuciones a familiares le ayudará a resolver muchos conflictos y envidias que podrían crear un lastre importante de rencores en el futuro.
Imagine dos hermanos que laboran en la empresa del padre. Uno de ellos, se levanta temprano y trabaja, literalmente, de sol de sol, mientras el otro lleva una vida más relajada: no gusta de levantarse temprano y prefiere un horario más cómodo; llega a media mañana a laborar; se toma un par de horas para comer y decide salir temprano de vez en cuando… ¿será justo que el padre les pague a ambos lo mismo por el simple hecho de ser hermanos? ¿es justo que le retribuya incluso más que a otros colaboradores que no son familiares y aportan lo mismo al negocio?
Probablemente, si se decide pagarles por igual, el hijo más trabajador perderá motivación y sentirá que no debe trabajar tanto: al fin y al cabo recibe el mismo trato y remuneración que su hermano, su cuñado o su primo.
Aunque el ejemplo anterior es simplista, es más frecuente de lo que imaginamos en las empresas familiares mexicanas y nos ayuda a ilustrar el hecho en forma clara: ¿qué es ser justo y cómo debe el padre aplicar esta justicia con todos sus hijos y familiares relacionados al negocio?
Primero hay que establecer una política clara y transparente de retribución en una empresa familiar. Incluso hay que ponerla por escrito. Nuestra recomendación es separar el concepto de empleado del de accionistas y familiares para efectos salariales.
Los familiares reciben de la empresa tres tipos de compensaciones que, aunque finalmente salen de la misma bolsa, provienen de tres conceptos distintos: salario, prestaciones y dividendos.
Un hijo, una sobrina, un yerno, un cuñado o un tío, deben recibir un salario justo por su trabajo, dependiendo de su desempeño en el puesto que ocupe y de su antigüedad en el mismo. Como cualquier hijo de vecino.
Este sueldo, incluso, deberá ser comparable con el de un colaborador no familiar que se encuentre en la misma jerarquía, pues esta compensación se debe a que el hijo, tío o familiar colabora en la empresa, independientemente de su sangre y linaje.
La forma justa es un salario competitivo y referido al valor del mercado para la posición que ocupa el familiar. ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar a una persona ajena por que realizara las actividades de su hijo?
En el caso de las prestaciones, éstas deberán ser parejas para familiares y colaboradores ajenos a la familia, pues los empleados nunca verían bien que los hijos del dueño tenga un automóvil propiedad de la empresa, muy superior al que ellos puedan aspirar, teniendo además un nivel equivalente o superior dentro de la organización.
¿Qué Pasa con los Familiares que son Accionistas?
En donde los familiares puedan ejercer su valor como accionistas es la hora de los dividendos. Es aquí donde se les retribuye por el hecho de tener un apellido común con la familia.
Asegurando que los familiares retiren sus ganancias porque son “accionistas” evitará, en cualquier circunstancia, que algún colaborador llegue a desmotivarse. La política de dividendos, si ha quedado bien clara ante los ojos de todos, evitará además que las futuras generaciones sangren el negocio por encima de sus posibilidades. ¿Por qué? Las empresas de tercera generación con frecuencia se llenan de pasajeros de “primera clase” que tienen altas expectativas con respecto a estándares de vida, hecho que puede afectar el buen funcionamiento de la empresa familiar.
La empresa debe, dentro de sus posibilidades, satisfacer todas las necesidades de la familia propietaria y sus miembros y una de las partes fundamentales es la compensación. La justicia salarial entre familiares no necesariamente significa igualdad sino más bien equidad. Equidad es pagarle a cada quién según le corresponde a su aportación y posibilidades reales dentro de la empresa, independientemente si es empleado o miembro de la familia.
La igualdad se lleva a cabo a través de una política de dividendos en donde se compensa a cada uno de los hijos o familiares de acuerdo con las acciones adquiridas, siempre desligado del salario.
Si su empresa es familiar y Si le interesa mejorar sus habilidades y si además su negocio puede aportar unos 10 mil dólares para formarse en ello, lo invito a que investigue sobre el programa que la Escuela de Negocios de Harvard tiene diseñado específicamente para el manejo de empresas Familiares.
Fuente http://www.informacion-es.com/sueldos-en-una-empresa-familiar/
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