Por Eduardo Kastika.
Distintos perfiles para distintos contextos.
Así como hay distintos estilos para ser creativos (estilos más emprendedores, más introspectivos, más técnicos, más colaborativos), también hay distintos tipos de empresas en donde cada estilo puede ser más o menos valorado.
No todas las culturas empresarias privilegian la misma forma de creatividad. No en todas las empresas se crea como en Google, Apple o Starbucks. No es que se cree más o menos. Se crea de manera distinta.
Hace 30 años, los autores Deal y Kennedy propusieron un modelo que diferencia cuatro tipos de culturas empresarias. Cuatro formas diferentes en las formas de sentir, pensar y hacer las cosas en una organización.
Los cuatro tipos de culturas
Estos cuatro tipos de culturas dependen del sector en donde la empresa se encuentra.
1. Cultura “trabaje mucho – juegue mucho”:
Son sectores muy dinámicos, con rápida retroalimentación del mercado en donde se producen muchísimas transacciones. Pero cada transacción tiene un riesgo bajo.
Suelen ser ambientes divertidos, de mucha prueba y error, en donde la experimentación puede realizarse sin demasiados riesgos.
Casos típicos: empresas de venta directa, empresas de locales al público con productos de consumo masivo. Piense en una marca de ropa de moda con locales a la calle, piense en una empresa que vende cosméticos con venta directa, piense en una cadena de librerías virtuales o con locales.
2. Cultura “apueste a la compañía”:
Todo lo contrario a la anterior. Son empresas en donde se asume un alto riesgo en cada operación y resultados se producen a largo plazo. Suelen ser ambientes más formales, técnicos, en donde la solidez, el desarrollo y el análisis de grandes proyectos es la clave.
Casos típicos: empresas de proyectos de ingeniería de alto alcance, empresas con fuertes inversiones en investigación y desarrollo. Piense en un laboratorio internacional de primera línea, piense en una compañía desarrolladora de equipos de alta precisión.
3. Cultura “altísimamente dinámicas”:
Los autores las catalogan con el rótulo de “cultura del hombre macho y duro”. Alto riesgo y feed back inmediato. Son las culturas más exigentes en términos de respuesta inmediata y apuesta permanente. Son culturas ambiciosas, de mucha adrenalina, cambiantes. Que exigen flexibilidad, propensión al riesgo, atención permanente a los resultados.
Casos típicos: negocios bursátiles, productoras de medios, empresas de innovación tecnológicas en gestión de la información.
4. Cultura “de procesos”:
Son las menos dinámicas y las menos parecidas al estereotipo de la empresa “creativa”. Culturas en donde lo que importa es el cumplimiento de determinadas normas y procesos. En donde parecería ser que “nunca pasa nada” y en donde todo es a largo plazo. Son culturas difíciles porque todo nuevo proyecto necesita sus tiempos, sus aprobaciones, sus vericuetos. Muy desgastantes porque el feed back es lento y la sensación de éxito o fracaso tarda mucho en llegar.
Casos típicos: organizaciones gubernamentales, ciertas instituciones educativas, empresas en sectores tradicionales y consolidados.
Buscar nuestro espacio para crear
Cada persona tiene sus preferencias, su propio estilo de creatividad. Estas preferencias no son inmutables. En distintos momentos de nuestra vida, o de nuestra carrera profesional, podemos preferir distintos modos de ser creativos.
Y sería bueno tener en cuenta que cada tipo de organización demanda distintos estilos de creatividad.
Las culturas “trabaje mucho – juegue mucho” son propicias para estilos de creatividad más expansivos, interactivos. Especiales para gente que disfruta teniendo muchas ideas, compartiéndolas, probando, cambiando, jugando.
Las culturas “apueste a la compañía” son buenas para estilos de creatividad que disfrutan de la elaboración, del desarrollo técnico, de la exploración en profundidad. Personas que prefieren innovar “poco pero bien”.
Las culturas “altísimamente dinámicas” son ideales para perfiles emprendedores, competitivos, ambiciosos. En donde se prefiere la creación de proyectos de alto impacto y la rápida implementación de ideas asumiendo todos los riesgos que sean necesarios.
Las culturas “de procesos” favorecen a los estilos más introspectivos, en donde las ideas se van gestando de a poco. Ideales para perfiles que disfrutan más de las resoluciones cotidianas y de la aplicación del ingenio que en los proyectos de largo plazo.
Autor Eduardo Kastika -
Fuente http://manuelgross.bligoo.com/20121212-creatividad-distintos-estilos-para-distintas-culturas-organizacionales
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