De ideas de negocios a chiringuitos empresariales
La mayoría de las personas, a lo largo de su vida, tienen varias ideas de negocios que podrían poner en marcha sin mayor complicación. Un día, por arte de magia, descubren algo que la gente parece desear, algo que no existe (o no han encontrado), algo que supone una revolución sobre lo que se ha desarrollado o fabricado hasta ahora.
Bien, la cuestión es que la mayoría de estas ideas son ideas ingeniosas, curiosas, o cuando menos con un punto de vista peculiar. ¿Tendrían mercado? Suelo discutir a menudo que necesidades/deseos reales, por muy estrambóticas que puedan ser la ideas, tienen mercado. Quizás no un mercado local pero si uno nacional o internacional. Sin embargo no se trata de las ideas en cuestión sino de como se llevan a cabo. De su ejecución.
Execution, the discipline of getting things done, de Larry Bossidy & Ram Charan es un libro que plantea la necesidad de prestar la atención a la disciplina de la ejecución. Según los autores sin la disciplina de ejecución, el pensamiento superador se derrumba, el aprendizaje no suma valor, la gente no alcanza sus metas audaces, y la revolución se paraliza.
Y lo cierto es que resulta imposible conseguir los resultados que nos hemos planteado sin prestar atención a todos los detalles del proceso que fabrican nuestros objetivos ya que como en cualquier trabajo artesano si falla alguna de las piezas el resultado final es casi desastroso.
Para entender la ejecución es preciso tener en mente tres puntos claves:
La ejecución es una disciplina y es parte integral de la estrategia.
La ejecución es la tarea más importante de un líder de negocios.
La ejecución es un elemento central de una cultura organizacional efectiva.
¿Y qué narices es el chiringuito empresarial? Una empresa sin la disciplina necesaria para llevar a cabo aquella idea que semejaba impresionante. Más bien un emprendedor que ha olvidado que ni todas las ideas son negocios ni todos los negocios son para el…
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