Todo por ganar, nada a perder en el mundo de los negocios
Venga hagámoslo, intentémoslo, probemos, busquemos aquello que hemos buscado y deseado tantos años, y luego si fracasamos y no lo conseguimos, volvamos con la cola entre las piernas a buscar refugio hasta que estemos curados de las heridas, ¡pero no nos escondamos antes de intentarlo! En el mundo de los negocios lo tenemos todo por ganar y nada a perder si nos lo proponemos.
Que bonito es decir aquello de yo querría ser, yo quisiera conseguir o yo desearía tener pero no hacer nada realmente para conseguirlo. Que bonito es sollozar el éxito de los demás, mientras uno se carcome por ser incapaz de encontrar fuerzas interiores para tirar adelante su negocio, su proyecto de vida. ¿Bonito?, ¿sí? Malsano e improductivo digo yo.
No nos engañemos no hay nada ni nadie que nos impida ser aquellos que queremos ser, no hay nada ni nadie que nos impida buscar aquello que queremos buscar, ni hay ninguna fuerza exterior conjurada para hacernos fracasar, sólo existe un único factor limitador: nosotros mismos.
No estoy diciendo que todo lo que pretendamos lo vayamos a conseguir, no estoy diciendo que sólo con determinación y voluntad todos los resultados llegarán. Pero sin ninguna duda, y si bien no todos los resultados llegarán con determinación y voluntad, ningún resultado llegará de no disponer de precisamente eso, determinación y voluntad.
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