por Fredy Pérez Méndez
Evidentemente nuestro accionar cotidiano como personas en las organizaciones refleja de alguna manera nuestra personalidad, nuestra cultura, la madurez que logramos adquirir a través de la formación, sea formal o empírica, en ambas se logran conocimientos, por supuesto, más aún cuando queremos ser Gerentes. Ciertamente, esto esta asociado a la subsistencia de un buen clima organizacional, donde exista la integración, nadie pase desapercibido, bien lo dicen los preceptos bíblicos, “todos somos iguales ante Dios”.
Esto último significa que debemos tratarnos como personas, no hay duda, por eso cuando nos topamos con otra persona, bien importante es saludar, pero saludar con sinceridad, no de manera hipócrita, muchos menos eludir dicho saludo, esta consideración debe ser propiciada por el Líder de la organización, más aún con el nuevo modelo organizacional, un modelo donde ya no se debe hablar de “jerarquía” por el contrario, hoy se trabaja mucho en red sería entonces “redarquía”, es decir, de forma horizontal, compartiendo talento y conocimiento abiertamente.
En este orden de ideas me permito citar a Peter Senge en quien en su libro la “V Disciplina en la práctica” hace mención a lo que significa el saludo para las tribus del Norte de Natal, Sudáfrica, equivalente a nuestro “hola” es la expresión Sawu bona, que significa literalmente “te veo”. Explica además, “ellos se saludan, se ven directo a los ojos mientras uno dice sikhona, palabra que se traduce como: “Estoy aquí para ser visto”, a lo cual el otro responde Sawu bona, que significa: “Te veo”. La respuesta implica que eres visible tanto para mis ojos y mi espíritu, como para mis antepasados y los dioses conectados a otra dimensión de la realidad”.
De acuerdo al planteamiento, es necesario que para preservar un verdadero clima organizacional el Gerente entienda que todos sus miembros deben encontrarse, pero ese mismo tiempo y espacio, tiene que ser relevante ¿Te imaginas saludarte así con tus compañeros de trabajo (yo personalmente no creo en eso que siempre se dice, somos una familia)?, no es necesario, el saludo del “beso” NO!. Pero tampoco, propiciar lo contrario, es decir, “no debes saludar a tal o cual persona, eso significa que si no estás conmigo, estás contra mí, NO!, ya lo expresé, el Líder debe unir no desunir, debe integrar no desintegrar. No es precisamente tratando de aislar ciertos miembros de la organización lo que garantiza el éxito de una gestión, muy por el contrario, demuestra inseguridad, temor, desconfianza, autoritarismo, más, si pensamos en mejorar nuestras relaciones interpersonales, entonces valdría la pena aprender e imitar esta antigua costumbre africana.
Finalmente, el Gerente, no puede coartar a ningún miembro de la organización saludar, se debe aceptar a las otras personas, tal y como son, dejar atrás el pasado, las ideas preconcebidas, y vivir sin límites cada día, no sólo por decirlo, sino, poniendo en la organización a la cual perteneces tus sueños y esperanzas. Eso significa que debes mirar con ojos verdaderos, las cosas más sencillas del mundo son las que más alegrías aportan a tu vida.
Autor Fredy Pérez Méndez Dr.. Prof. Asociado UNESR
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