por Ana Lepri
La gestión de las empresas y las habilidades que se requieren en ella han cambiado en los distintos momentos de la historia, si nosotros no lo hacemos quedamos afuera.
Nunca tenemos que dar por sentado el presente, y es que no todos poseemos la distinción de que los nuevos mundos no están solo en función de nuestras circunstancias, sino que también los nuevos mundos se crean e inventan independientemente de las circunstancias actuales. No necesariamente tenemos que reaccionar frente a las circunstancias.
Las nuevas tendencias y cultura organizacional de las PYMES está enfocada en el liderazgo emprendedor. Esta nueva cultura emprendedora requiere de nuevas prácticas y destrezas que hacen a la relevancia del líder emprendedor e innovador. Cultivan un espíritu emprendedor cuyo foco esta en entender las ventas innovadoramente, desde el cliente, no desde el producto, como factor clave de una empresa orientada al resultado.
Es importante entonces centrarse en el diseño de la cultura organizacional y en la transformación emprendedora para poder generar una cultura basada en el compromiso, en vez del control, y el saber delegar la responsabilidad que implica la coordinación impecable de un equipo y de las nuevas oportunidades que surgen de la misma. La capacidad de proyectar identidad, las personas no compran el producto sino la identidad.
Diseñar los procesos de comunicación interno y externo de las organizaciones empresariales. Desarrollar competencias y habilidades comunicativas para el cumplimiento de los compromisos en la creación de nuevas realidades y proyectar identidades empresariales con estilos relevantes. Producir una nueva cultura del compromiso y del sentido de oportunidad de estar a tiempo con los cambios y los nuevos futuros que vienen. Desarrollar el sentido de lo que hay que hacer para enfrentar la rapidez de los cambios en el mercado nacional e internacional. Ejercer un liderazgo empresarial emprendedor solidario con la comunidad, generando la capacidad de la equidad en el ámbito laboral.
Las empresas con identidad relevante a nivel mundial son empresas con una identidad cultural, porque en ellas se identifica el sentido histórico de su identidad nacional. El transformar la cultura de las PYMES en la proyección de un liderazgo emprendedor que produzca una identidad cultural emprendedora. El estilo emprendedor de un líder hace que ese determinado estilo impregne a la organización. Es por ello que el comprometerse a recuperar lo local y nacional tiene que ver con una nueva identidad emprendedora empresarial.
El centrarse en los clientes y sus nuevas necesidades son elementos que caracterizan a la nueva economía del mundo, a sus nuevas tendencias y vectores. En el momento actual, hay ciertas habilidades que cobran más relevancia que antes, y otras habilidades que dejan de ser fundamentales para desarrollar y generar empresas rentables.
La gestión en las empresas que se mueven comprometidas con las necesidades del cliente es distinta a aquellas que no lo hacen.
Hasta ahora la empresa estaba centrada en el producto o servicio que vendía, o cosas que fabricaba. Aprender a escuchar efectivamente a los clientes y reinventar las ofertas constantemente, constituye un elemento fundamental a la hora de hacer negocios en forma global a nivel nacional e internacional. Este nuevo juego global, nos obliga a mirar la empresa desde los clientes y no desde el producto, esto abre inéditas posibilidades de desarrollo, y crecimiento en los negocios.
Las PYMES deben fomentar redes de negocios que incentiven la cultura del liderazgo emprendedor, las oportunidades de intercambio, y genere alianzas estratégicas para el diseño de nuevos futuros en conjunto.
Aprender a tener un estilo innovador implica saber reinventar las ofertas empresariales y esto conlleva una cierta incertidumbre, por eso también es muy importante aprender a saber producir los estados de ánimo de ambición, serenidad y flexibilidad frente a los cambios.
El hacer Historia es crear nuevas pautas culturales, nuevos modos de ver e interpretar las posibilidades que enriquezcan nuestra identidad y la de otros. Aprender a ser sensibles a las conversaciones de nivel nacional e internacional de manera de producir nuevas posibilidades de desarrollo para la empresa, con el fin de que las PYMES puedan transformarse en actores relevantes de una nueva cultura empresarial.
Autora Ana Lepri
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