Hace unos meses, habíamos hablado de superar el miedo a emprender. Hoy he querido plantear un truco interesante que puede resultar muy útil a muchas personas que no se atreven a actuar en algunas condiciones, porque les asusta. Hablo de temores habituales, no de fobias o pánicos que por supuesto deberían ser examinados por un especialista.
¿De qué tenemos miedo?
Anticipación mental del peligro
Normalmente, las cosas que no nos atrevemos a hacer porque nos asustan tienen que ver con nuestra imaginación. Por algún motivo, nos centramos en todo lo mal que puede ir una cosa, y nos quedamos bloqueados. Una entrevista nos da miedo por si hacemos el ridículo y nos rechazan, cambiar de trabajo nos asusta por si luego nos despiden sin prácticamente indemnización por antigüedad, o no nos atrevemos a emprender por si las cosas nos fueran a ir mal económicamente.
Los miedos son selectivos
Evidentemente, todas esas cosas malas pueden pasar. Pero también nos pueden atropellar al cruzar la calle, o nos pueden diagnosticar una enfermedad grave, y sin embargo no solemos estar preocupados por salir a caminar ni tenemos un excesivo cuidado de nuestra salud. Nos fijamos en algunos riesgos mientras ignoramos otros. Por este motivo queda claro que el miedo no es para nada racional. No voy a investigar el origen de los temores, cada uno tiene una historia diferente y seguramente puede haber muchos motivos. Lo interesante es saber como se puede vencer un miedo.
Pongamos un ejemplo
Invito al lector a que escoja uno de sus miedos conocidos. Por la temática de este blog, podemos tomar como ejemplo el caso de una persona que quisiera montar un negocio pero no se atreve a dejar su empleo por la estabilidad que representa. Cada vez que reflexiona sobre el tema surge el miedo al fracaso y a los problemas económicos.
El problema de este tipo de pensamientos es que se quedan cortos. Pensamos muy rápidamente en una opción, en lo que puede ir mal, y acto seguido la descartamos. Allí esta nuestro error. Abandonamos demasiado pronto el ejercicio mental de visualización.
La solución: un ejercicio de proyección mental
¿Hasta qué punto puede ir mal?
Si buscas como vencer el miedo, una solución muy eficiente es precisamente ponerse a pensar racionalmente en el peor de los casos. Supongamos que monto un negocio y me va mal. Ya no tengo empleo, no tengo ingresos, y he perdido mis ahorros en la inversión. Como tampoco había optado por el paro de autónomos (que de todas formas tiene unas condiciones muy difíciles de cumplir), tampoco tengo prestación. Está claro que es una situación muy compleja.
Repetir el ejercicio
Pero si vuelvo a pensar en el tema varias veces y con tiempo, voy a empezar a proyectarme en esta situación, y a encontrar soluciones o principios de respuestas a los problemas planteados. A lo mejor en esta situación tendría que irme a vivir a casa de un familiar temporalmente hasta volver a empezar a trabajar. Sería algo duro, pero tampoco un desastre. O quizás empiece a valorar formas de no encontrarme en esta situación, por ejemplo contratando el seguro de desempleo, o guardando un cierto importe de los ahorros para emergencias.
Posibles soluciones
Si sigo reflexionando sobre el mismo problema, puedo llegar también a la conclusión que visto la coyuntura económica, la empresa donde trabajo podría empezar a pagarme tarde el sueldo, y cerrar, y quizás estaría un tiempo sin cobrar la indemnización, mientras el paro se podría agotar si no encuentro empleo durante unos meses. Puede que el riesgo de emprender sea mayor, pero también existe un riesgo aunque no lo haga.
En resumen, una muy buena forma de vencer el miedo es enfrentarse a él en pensamientos. Si pensamos: ¿qué es lo peor que puede pasar? y nos acostumbramos a este riesgo, en muchos casos acabaremos superándolo.
Otra opción: proyectar en positivo
Como es lógico, lo que nos asusta son cosas negativas, y por eso el primer ejercicio que hemos propuesto es analizar esta negatividad y sus consecuencias. Pero existe otro enfoque interesante que es precisamente centrarse en todo lo que tenemos que ganar. Sigo con el tema de dejar el trabajo para montar un negocio, aunque perfectamente se podría hablar de otros casos, incluso del miedo de invitar una persona a salir. Pues bien, la otra herramienta de proyección que tenemos es planificar lo que haríamos si diéramos el paso.
Suponiendo que quiera abrir una galería de arte. Habría de visitar locales para encontrar un sitio bien ubicado y adecuado para las exposiciones. Sería también necesario buscar a los artistas, investigar las subvenciones culturales, conocer el mercado del arte, etc. Si alguien tiene un proyecto normalmente es porque le apasionan tanto la idea de negocio como el sector. Imaginarse dando los pasos necesarios al funcionamiento del proyecto es una excelente forma de potenciar la valoración positiva de la idea.
Al mismo tiempo, proyectarse en la preparación del proyecto permite arrojar luz sobre las zonas de incertidumbre. Nuestros miedos se nutren de las dudas originadas por la incertidumbre, y la planificación puede destruir buena parte de nuestras inseguridades. Si vemos de forma más concreta que el proyecto es viable, entonces el miedo al fracaso se desvanece.
En ambas soluciones, si quieres saber como vencer el miedo tienes que empezar a reflexionar en serio (dedicando tiempo) sobre lo que te gustaría hacer y el miedo que te bloquea. Cuanto más lo pienses más podrás liberarte del miedo.
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