Por William Henry Steinwascher Sacio
Cuando un empresario familiar decide implementar un gobierno corporativo en su empresa familiar debe pensar en conformar dos organismo de gobierno, el consejo de administración y el consejo familiar, los que le permitirán administrar la empresa con objetivos empresariales definidos la empresa familiar así como vincular y balancear los intereses de los miembros de la familia con los intereses de la empresa familiar.
En una empresa corporativa, el consejo de administración debe reunir a los accionistas mayoritarios para monitorear la gestión de la empresa y el desempeño del equipo directivo. En el caso de una empresa familiar de primera generación, donde el propietario y jefe de la familia tiene la mayoría absoluta (y normalmente total) de la propiedad de la empresa, el consejo de administración puede estar conformado por hijos del fundador, otros familiares directos, y por invitados al consejo como consejeros independientes. Incorporar a los hijos al consejo de administración es una buena forma de avanzar en el proceso de formación de los sucesores ya que permite que ellos aprecien las decisiones estratégicas que el propietario debe enfrentar como dueño del negocio.
El fundador puede invitar como miembro de su consejo de administración a personas ajenas a la familia, empresa y propiedad con el objetivo de que les brinden opiniones objetivas, independientes y profesionales. Una primera opción es invitar a amigos empresarios a formar parte del consejo de administración, quienes brindarán opiniones empresariales sin la influencia del entorno familiar, y complementarias a la experiencia del fundador del negocio familiar, lo que enriquece la visión empresarial. Una segunda opción de consejeros son líderes en el ámbito empresarial de la localidad en la que opera la empresa familiar. Estos líderes empresariales, que pueden provenir de cámaras, agremiaciones, entidades de gobierno o financieras, permiten ampliar el abanico de oportunidades de negocio por su amplia red de contactos de negocios. Finalmente, una tercera opción de consejeros reúne a líderes académicos quienes brindan opiniones desde un contexto técnico-académico.
La función que tienen los consejeros independientes es la de salvaguardar los intereses de los propietarios que no tienen representatividad en la administración de la empresa, lo que en la empresa familiar significa velar por la sostenibilidad de la empresa familiar como patrimonio de las siguientes generaciones. Por tal razón no solo contribuyen en la gestión estratégica sino también en el monitoreo del desempeño de la empresa y en la evaluación de la gestión del equipo gerencial de la empresa familiar, incluido el mismo director general. Los consejeros independientes brindan además un importante portafolio de experiencias, competencias y redes de contacto que permiten mejorar el horizonte de negocios de la empresa familiar, contribuyendo a su crecimiento sostenido.
El segundo órgano de gobierno es el consejo familiar, que tiene por finalidad vincular los intereses de la familia con los intereses de la empresa. En el consejo familiar se convoca a miembros de la familia con el propósito de que representen a todos los integrantes de la familia. Cuando la familia tiene pocos miembros pueden participar todos los miembros con capacidad de opinar, pero cuando la familia es numerosa se debe procurar que los miembros que participen en el consejo familiar representen al 100% de los integrantes de la familia, incluyendo a los que por edad, ubicación, enfermedad o cualquier otra discapacidad, no pueden participar en él. En el consejo familiar se tocan asuntos como la forma en la que se incorporarán los miembros de la familia al negocio, cuáles serán las prácticas remunerativa, los apoyos que la empresa familiar brindará a los miembros de la familia que no puedan trabajar, así como los compromisos que la familia asumirá con la empresa familiar para su sostenibilidad en el largo plazo.
Para la empresa familiar la existencia de ambos consejos de gobierno es vital cuando los miembros de la segunda generación están en una edad adulta y están en capacidad de participar en la administración de la empresa. Ambos consejos facilitan la incorporación de los miembros de la segunda generación a la empresa, mejoran los procesos de formación de sucesores y elección de sucesión, y formalizan tanto la estrategia y organización de la empresa familiar como la dinámica de las relaciones familiares. Adicionalmente permite que todos los miembros de la familia participen en la vida de la empresa ya sea como administradores o como futuros propietarios.
Si como miembro de un negocio familiar deseas aumentar las posibilidades de éxito de la transición de una generación a otra en la empresa familiar te invito a considerar seriamente implementar estos organismos de gobierno, que aumentarán el valor de su patrimonio familiar, mantendrán la armonía en la familia, y asegurarán el rol de los miembros de la familia como dueños y administradores en la empresa familiar.
En el Centro de Investigación de Empresas Familiares podemos brindarte mayor información sobre los beneficios y formas para establecer tanto tu consejo de administración y tu consejo familiar en el marco de la implementación de un buen gobierno corporativo.
Autor William Henry Steinwascher Sacio
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