Sin duda, la promoción es un arte que no sólo tiene que ver con la empresa, sino también, con las personas. Por ejemplo, tienes que promocionarte de una forma efectiva para poder optar a un puesto laboral determinado. Cuando estás en una entrevista de trabajo, intentas aprovechar el tiempo lo mejor posible para poder explicar ante el seleccionador de Recursos Humanos, tu formación y tu trayectoria. En definitiva, tienes que mostrar por qué eres el candidato ideal para dicha empresa.
Por esta razón, poder aportar referencias de otros puestos de trabajo es importante. Por el contrario, el hecho de ir acumulando malas experiencias profesionales resulta negativo. Ninguna empresa quiere a un trabajador conflictivo, sencillamente, porque se trata de encontrar personas que no sólo aporten talento sino que también, sumen buena energía.
Tú eres tu mejor campaña de marketing, la persona que mejor te conoces, por tanto, eres más consciente que nadie de tus virtudes. En dicha promoción, ten en cuenta que internet también puede ser tu mejor campaña de presentación. Por ello, crea un perfil profesional en una red como Linkedin. Por el contrario, evita poner fotos personales a la vista de todo el mundo. Muchos trabajadores cometen el error de olvidar que cuidar la intimidad es un acto de sabiduría emocional que además, puede evitarte muchos disgustos en el plano profesional.
Para promocionarte mejor a ti mismo también tienes que cultivar tu autoestima. Ser consciente de que la vida es una aventura que merece de verdad la pena. Y que en el futuro puedes conseguir esos retos laborales que de verdad deseas llevar a cabo.
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