Las empresas familiares son uno de los principales motores de la economía en nuestro país: representan un 95% del total de empresas en México. Un común denominador de las PYMES es el serio problema que tienen en cuanto a su supervivencia.
De las empresas familiares sólo el 35-40% sobreviven a la segunda generación, y escasamente entre un 10- 15% sobreviven a la tercera generación, es decir, de cada 20 empresas sólo 3 sobreviven a los nietos.
De acuerdo a estudios realizados por John L. Ward en Estados Unidos, se observó que en las empresas familiares el 10% de estos fracasos se debe a la falta de capacidad del sucesor, el 20% a razones de negocio, el 10% a falta de capital, el 60% de los casos de fracaso se deben a temas puramente familiares.
Principales problemas de la empresa familiar
La efectividad es sacrificada por la afectividad. Por ejemplo si el esposo es el director general y la esposa la gerente de administración, es muy común que se confundan y que actúen de acuerdo a la relación de esposos y no de acuerdo a las funciones del puesto que les corresponde.
Carencia de indicadores clave de desempeño. El miembro de la familia que ejerce un puesto directivo o gerencial no está sujeto a indicadores de desempeño, es decir, a parámetros claros de rendimiento y de resultados requeridos por la empresa.
La empresa es considerada como una especie de fundación o casa hogar. Algunas empresas parecen tener como objetivo mantener a cada vez a más miembros de la familia sin importar las aportaciones reales que estos hacen a ella.
Carencia de competencias. Los miembros de la familia no cuentan con entrenamiento formal para ser empresarios, por lo que es muy común que la empresa se dirija desde el área de producción.
Falta de seguimiento a metas y compromisos. Es muy común que en la empresa familiar no exista quien le exija resultados al puesto de director de la empresa, pues normalmente este último también es el dueño de la misma (nótese que en una empresa el dueño y el director son roles distintos con derechos y obligaciones diferentes).
El coaching de negocios: ventaja para las empresas familiares
La principal labor que puede realizar un coach de negocios por una empresa familiar es convertirla en una empresa institucional, es decir, en una empresa que domina todas las habilidades y destrezas que necesita para crecer con predictibilidad y sustentabilidad.
Este “dominio” lo podemos dividir en 5 áreas: Destino, Tiempo, Servicio al cliente, Indicadores clave de desempeño y Dinero.
Dominio del Destino. Cuando se domina esta área se tiene muy claro a donde quiere ir, cuales son las metas primordiales y los factores clave para lograrlas. Así mismo, cada miembro de la empresa las conoce y sabe de la importancia de su contribución para lograrlas. Los programas de coaching incluyen ejercicios de planeación.
Dominio del Tiempo. El activo más importante de cualquier persona es el tiempo. Cuando una empresa tiene dominio del tiempo significa que cada persona obtiene el mayor valor de su tiempo en productividad y rentabilidad para la empresa. Esto se traduce en una mayor productividad que para muchas empresas, hace la diferencia entre la rentabilidad y la quiebra.
Dominio de Servicio al Cliente. Un factor elemental para el crecimiento de la empresa es que los clientes estén satisfechos. Cuando una empresa crece no siempre crece su satisfacción de clientes. Este es uno de los indicadores más importantes que debe cuidar toda empresa.
Dominio de Indicadores Clave de Desempeño. El coaching ayuda a definir claramente los indicadores clave que debe cumplir cada puesto directivo de la empresa. Esto permite maximizar la efectividad para cada puesto, y el miembro de la familia que lo ejerce tiene certidumbre de cuáles son sus funciones y qué se espera específicamente de su desempeño.
Dominio del Dinero. Los dueños de la empresa familiar deben tener claridad sobre cuáles son las 5 áreas que deben cuidarse para generar mayores utilidades y en que estrategias clave deben enfocarse para lograrlas. La parte primordial de un negocio es que genere utilidades de manera consistente, de lo contrario está destinado a desaparecer.
Tener un coach se ha convertido en una prioridad para la pequeña y mediana empresa. Una de las mayores ventajas que tiene el coaching, sobre todo en las empresas familiares, es que el “coach” sirve como mediador entre los miembros de la familia, aportando objetividad y credibilidad, y controlando el factor afectivo que puede dañar al negocio.
En países desarrollados como Estados Unidos, Australia y Canadá, miles de empresas familiares tienen coach de negocios y aprovechan esta ventaja a su favor para sobrevivir y crecer sostenidamente. En México y en toda Latinoamérica existen muy pocos coaches para la gran cantidad de empresas familiares, por lo que tener coach se ha convertido en una ventaja competitiva.
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