por Eduardo Lan
Las personas y las empresas tienen sus propias necesidades, pero es posible alcanzar un equilibrio y lograr el éxito para ambas partes. Aquí 6 claves para ello.
Rodolfo es gerente de una empresa de transportes que cree que para hacer bien su trabajo necesita ser déspota con la gente. Su estilo de gestión es el clásico mando y control, mediante el cual ordena a las personas qué hacer y controla cada uno de sus movimientos, sin importarle las opiniones o necesidades de los demás.
No es que Rodolfo sea una mala persona, sino que no conoce otra manera de dirigir adecuadamente su departamento para satisfacer las necesidades de la empresa. Él no es el único ejecutivo que actúa de esta manera. Es común encontrar jefes en todo tipo de empresas y organizaciones que piensan que la manera más efectiva de dirigir a un equipo de trabajo es fungir como capataz.
La figura de jefe como capataz tiene sus orígenes en la revolución industrial y está basada en las teorías de Frederick W. Taylor, el padre de la gestión científica. Según Taylor, para maximizar la producción es necesario contar con jefes que controlen los tiempos y movimientos de los trabajadores que realizan tareas manuales sin permitirles pensar por sí mismos. El objetivo de la gestión científica es estandarizar la realización de las tareas y asegurar que los trabajadores las lleven a cabo según dichos estándares (línea de ensamble).
Aunque esta manera de gestionar a las personas y su trabajo tuvo su validez en algún momento, hoy día el mando y control ha perdido su relevancia y es virtualmente obsoleto en la mayoría de las empresas. Actualmente, vivimos otra era en la que las personas realizan un trabajo pensante que requiere de su voluntad, compromiso y creatividad para ser logrado con eficiencia y efectividad.
Para este fin, se requiere que las empresas satisfagan las necesidades de los empleados y trabajadores para que ellos estén dispuestos y comprometidos a hacer lo mismo con las necesidades de la empresa.
A continuación enlistamos 6 claves para equilibrar las necesidades de las empresas y los empleados:
1. Tárdate más tiempo en contratar a tu personal y menos tiempo en despedirlo
Una relación empleador-empleado es casi como un matrimonio, por lo que es esencial asegurar que la relación sea idónea para ambas partes y deshacer la relación en cuanto sepas que no va a funcionar, lo cual a menudo es obvio en poco tiempo. Algunas empresas en el mundo incluso contratan por periodos de prueba, al final de los cuales le ofrecen a los candidatos un bono por retirarse de la empresa; si la persona no acepta el bono y elige quedarse, es muy probable que cuentes con un empleado leal y comprometido.
2. Asegúrate de contar con políticas, procedimientos y procesos
Estos lineamientos deben beneficiar a ambas partes, luego, difúndelos ampliamente de manera que los empleados sepan claramente qué se espera de ellos y qué pueden esperar ellos de la empresa. Aquí es importante involucrar a los empleados en la definición y revisión constante de estos parámetros, de manera que ellos los conozcan perfectamente y los hagan suyos, además de validar que dichos parámetros continúen encaminados a la satisfacción de las necesidades de ambos.
3. Define y aplica consecuencias
Tanto negativas como positivas, por las acciones de las personas. Esto permite generar un ciclo de retroalimentación constante que informa a las personas sobre los comportamientos no deseados y deseados, reduciendo y eliminando los primeros y consolidando los segundos.
4. Trata a la gente con respeto, dignidad y amabilidad
Tratar a la gente de esta manera satisface sus necesidades de ser valorados y apreciados, lo cual no está peleado con las necesidades de disciplina empresarial, ya que de ser requerido uno puede sancionar, incluso despedir a alguien con respeto, dignidad y amabilidad.
5. Invierte en tu personal mediante capacitación, desarrollo y coaching
Esto permite a la empresa contar con gente capaz, lo cual ayuda a mantener a la empresa competitiva; y al empleado sentir que su permanencia en la empresa le brinda la posibilidad de crecer como ser humano y como profesionista.
6. Establece un equilibrio entre la vida personal y la vida laboral para todos tus empleados
Contar con dicho equilibrio ayuda a que todas las áreas de la vida de tus colaboradores estén atendidas, con lo que se propicia que tengan un buen desempeño en su trabajo. Este equilibrio debe ser parte del diseño de las políticas y los procedimientos de la empresa, incluyendo el horario de trabajo.
Para lograr obtener el mejor desempeño de tus colaboradores es esencial lograr un equilibrio entre la satisfacción de sus necesidades y las necesidades de la empresa. Contar con elementos claros y poderosos que propicien la satisfacción de los intereses de ambas partes te puede ayudar a lograr este equilibrio.
Autor: Eduardo Lan es consultor, coach y conferencista con más de 15 años de experiencia en temas de transformación organizacional, comunicación, trabajo en equipo, liderazgo, clima laboral y renovación cultural. Actualmente es socio fundador de @MesaConsultores
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