Cuando he platicado con algunos líderes de empresas, a los cuales he asesorado, les llego a preguntar que factores creen, desde su punto de vista, han influido, o siguen influyendo, en la formación de su estilo de liderazgo. De las respuestas la más común es de las pláticas que tienen cotidianamente con la gente que está a su alrededor, como son l@s espos@s, compadres, amig@s,…, ya que en éstas se trata todo tipo de temas pero principalmente sobre los problemas de sus organizaciones y la forma como dirigen a su personal y reciben una serie de sugerencias y consejos para “corregir” su problemática por parte de ellos, como si fuesen “buenos expertos”, principalmente que lo que les hace falta es que sean más rígidos, más duros, menos tolerantes, que por algo son los jefes, es decir, les recomiendan que desarrollen un liderazgo RÍGIDO. Desgraciadamente, en la
mayoría de los casos, aplican dichas recomendaciones sin analizar la conveniencia de éstas; solo les preocupa poder evitar, que en futuras charlas, les reclamen que no les hayan hecho caso y que por eso sus problemas no se han corregido.
Pero ¿es malo hacer caso de esas sugerencias y terminar desarrollando un liderazgo Rígido?, ¿qué es lo mejor para dirigir en una organización: la Rigidez o la Flexibilidad? La respuesta es que depende de muchos factores, por ejemplo: la misma empresa, su misión, su personal, los clientes, etc.
Por ejemplo Apple es una compañía de filosofía rígida y cerrada. Sus procesos de innovación se desarrollan en el más estricto secreto e incluyen muchas cláusulas de confidencialidad para los que allí laboran. Mientras que la empresa Google, por su parte, no tiene nada que ver con un grupo de ejecutivos de traje y corbata, sino más bien con la imagen de un campus universitario. Esto provoca que el lugar sea tan agradable y acogedor que muchas veces es difícil para los empleados irse de ahí.
Con éstos dos ejemplos podemos ver los dos extremos de Rigidez y Flexibilidad y en ambos casos siendo un éxito el estilo de dirección: Google es considerada por la revista “Fortune”, la Mejor Compañía para Trabajar en EEUU, mientras que Apple es la mejor empresa estadounidense en tecnología y su valor ronda los US$222.000 millones.
Algo importante que debemos de rescatar de éstas dos empresas, y que todo líder empresarial debe tener siempre presente, es que no existen recetas mágicas que establezcan con seguridad cuál es la manera más eficiente de dirigir su organización. Es cierto que la idea de flexibilidad organizacional suena lógicamente razonable, pero también es cierto que no es aplicable a todas las empresas. Y no dudo que sea una sorpresa, para muchos, que prácticas organizacionales del tipo jerárquicos y unilaterales, que en las últimas tres décadas han sido duramente criticadas, y hasta consideradas arcaicas, puedan seguir siendo eficaces, aún en pleno siglo XXI.
Me gusta hacer la analogía sobre éste tema, en el caso del estilo de Rigidez con un vidrio y el Flexible con el plástico, ambos materiales pueden ser utilizados para las mismas necesidades pero un mal manejo de éstos puede provocar que el vidrio, por su misma dureza y rigidez, se rompa fácilmente por un descuido o que el plástico sea tan flexible que no sirva para tener un buen control y como consecuencia el caos es lo que se tendrá, es decir, ambos estilos tienen riesgos. Para mi, en lo personal, considero que el método más adecuado para dirigir empresas es el flexible, porque permite afrontar de mejor forma los constantes cambios del entorno del día a día, pero siempre hay que estar atentos, principalmente cuando se comience a tener problemas que se estén volviendo crónicos en la operación, entonces se debe de recurrir al estilo de rigidez mediante la aplicación de las reglas, normas y/o procedimientos (con los que cuente la empresa), que garanticen el poder controlar la problemática y por ende la operación.
En realidad, más que elegir un estilo u otro los líderes, si quieren ser exitosos en el ámbito en que se desarrollan, deberán de dominar el arte de utilizar ambos estilos de dirección empresarial, adecuándolos al contexto de la situación que estén inmersos.
Pero a pesar que prefiero un estilo de flexibilidad, también me gusta afirmar que ningún estilo es mejor que otro, y esto es muy fácil de mostrar, tan solo con el ejemplo arriba mencionado. El estilo que debe de ser utilizado para dirigir a una organización dependerá del momento que este viviendo la compañía y su visión del negocio. Por ejemplo, lo más adecuado es aplicar un modelo estricto y vertical cuando no hay tiempo para dar largas explicaciones que busquen convencer a la gente, definitivamente el estilo de rigidez les será conveniente y hasta imprescindible.
Entonces, por lo escrito arriba, se puede afirmar que cualquier estilo de dirección tiene ventajas y desventajas. La clave es saber cuando usar uno u otro y estar atento a amortiguar sus lados negativos. Algunas de las ventajas y desventajas son:
Ventajas del estilo de rigidez:
Es rápido
Eficaz cuando no hay tiempo para consultas.
Desventajas del estilo de rigidez:
El jefe es quien asume la responsabilidad de decidir.
Disminuye la participación y el compromiso.
Sólo se basa en obediencia.
Ventajas del estilo flexible:
La principal venta es que los subordinados se logran comprometer.
Desventajas del estilo flexible:
Es lento.
En ciertos casos los subordinados no actúan.
Falta de decisión por parte de los subordinados.
Es muy sabido que todos los extremos son peligros y aquí no es la excepción ya que si se ejerciera un liderazgo democrático seguro se terminará en un caos, pero en los casos en que el liderazgo sea autoritario también, muy probable, se llegará al desastre.
En casi todas las empresas en las que he estado, algunas de sus áreas son dirigidas con un estilo de rigidez y otras con el de flexibilidad, y esto significa que en realidad son empresas flexibles. En sí el liderazgo que se debe de emplear debe ser determinado por las circunstancias que se esté viviendo en ese momento yendo de un estilo al otro. Es decir, la forma de dirigir dependerá de cada organización. Lo que si sé es que aunque persisten compañías con direcciones rígidas, la tendencia de hoy está enfocada a establecer estructuras flexibles donde se gestione principalmente la inteligencia colectiva y se permita consolidar el aprendizaje organizacional.
Para resumir tenemos que la flexibilidad es un estilo valioso que debe estar presente en las empresas de hoy, pues les permite ajustarse rápidamente a los cambios del entorno y a las mayores exigencias del mercado. Con estructuras rígidas, poco flexibles y burocráticas las compañías pierden espacios competitivos, su uso solo se recomienda para casos puntuales. Los líderes empresariales serán más exitosos cuando sepan usar ambos estilos de dirección, dependiendo del contexto en el que se encuentren, que siempre estén alternando los estilos, pero por lapsos de tiempo más largo cuando se aplique el estilo flexible. Si un ejecutivo no puede manejar los dos estilos definitivamente estará en una gran desventaja, es decir dentro de poco será no competitivo. La clave para que una empresa sea exitosa es tener ejecutivos que puedan manejar los dos estilos, dependiendo de la situación, pero muy especialmente, que tengan criterio para que sepan evaluar en cual situación se encuentran y tengan el valor para aplicar el estilo que convenga, más allá de sus propias convicciones.
Nota: Artículo que aparece en la revista empresarial SER Stratégique, www.serstrategique.com
Lic. Andrés Herrera Mejía, aherrera@serinsii.com.mx
Socio Director de Servicios Estratégicos Rentables, S.A. de C.V.
Expertos en Eficiencia de Gestión de Negocios y Procesos
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