sábado, 1 de septiembre de 2012

Liderazgo. Diferenciación y decisión de cambio a mitad del camino






por Jorge Arturo Arias Romero

Cuando vamos a la mitad del camino y volteamos hacia atrás para ver el terreno que hemos recorrido, no siempre nos dan ganas de continuar avanzando.
Es preciso dejar de voltear para analizar los errores cometidos en el trayecto para enfocarse nuevamente en realizar de manera perfecta el sueño que hemos concebido en nuestra mente. Ganará una buena posición frente a sus clientes, si logra que su empresa sea la de valor percibido más alto contra sus competidores. ¡Esto lo hace la gente!
En momentos como los que estamos viviendo, muchas organizaciones están haciendo un alto en el camino para reflexionar si sus planes estratégicos de inicio de año, están cumpliendo su cometido.
Aunado a las condiciones políticas y económicas en el mundo en general, y en nuestro país en particular, los procesos de decisión en las empresas se ha visto detenido por la incertidumbre que ha generado la economía global lo que hace mucho más lenta la operatividad de las organizaciones.
Sin duda estos momentos de cambio evidencian, la falta de liderazgo en quienes conducen el destino de cada empresa. Están con pánico por la escasa información de futuro que tienen en sus manos y eso los mantiene vulnerables ante el entorno.
No son momentos de detenerse a pensar si lo realizado es correcto o no, son momentos de avanzar en el proyecto inicial, con algunas modificaciones si se quiere, pero sin detener el ritmo del negocio, pues la velocidad que ha adquirido durante los primeros 6 meses del año, es directamente responsable a sus procesos de alineación internos.No espere estar corriendo a más kilómetros por hora de los que le da la condición física que ha adquirido a través del tiempo, pues ésto le puede ocasionar muchos problemas de ajuste, de presión hacia la gente y consecuentemente en una escasa productividad con relación al Plan de Negocios que se ha planteado inicialmente.
Si no se ha entrenado, hágalo ya para adquirir un mejor ritmo.
Los mercados no esperarán sus reflexiones, ellos están necesitando los cambios ahora mismo y usted debió haberse preparado para ello con mucha anticipación. Si no lo hizo, hágalo ahora para terminar su ejercicio con decoro, todavía hay tiempo.
¿Cómo hacerlo? Su gente es la única salida, créalo. Son tiempos de reconsiderar si el trabajo con su gente es el adecuado, no es posible continuar simulando que el trabajo largo y duro (jornadas excesivas) da como consecuencia el compromiso de la gente. El compromiso se adquiere con
Liderazgo no de otra manera. Sólo quien es capaz de encender el corazón de las personas e impulsar su desarrollo, tiene una mayor posibilidad de convertirse en el valor percibido más alto que sus competidores con sus clientes… y ésta es la idea central.
“Productividad vs extensas jornadas”. ¡Déjese de cosas!. Es mejor crear una estrategia de compromiso que una que esté orientada a corregir los errores que ha cometido durante todo el tiempo.
Si quiere ganar el juego, debe hacer estrategias de compromiso, antes que hacer varias más para corregir lo mal hecho durante el camino. No se trata de continuar haciendo mal las cosas, se trata de hacer las cosas diferentes para que pueda obtener resultados distintos a los que ha alcanzado hasta ahora.
Pero tener el compromiso de la gente con usted, no es tan sencillo, pues exige un despliegue de su liderazgo al más Alto Nivel, y seguramente es eso lo que ha olvidado hacer desde que comenzó el juego. No haberlo hecho seguramente le ha restado credibilidad, ha ocasionado insatisfacción y baja moral en las personas que le rodean y peor aún, la gente ha recibido como respuesta de su parte más presión por los resultados y menos tiempo libre.
Deje de confundir el compromiso con las jornadas excesivas, eso jamás ha dado resultado. El compromiso se mide con el resultado de facultar a los demás a dar todas sus capacidades y habilidades a un propósito (visión de negocio), de dar su corazón para alcanzar aquello que se ha visualizado, pero ello requiere un liderazgo congruente con los principios del desarrollo y con el hecho de mantenerse cerca de la gente, de su gente.
Tener gente comprometida, nos obliga a abandonar la vieja creencia de que la gente debe ser supervisada de cerca, del falso paradigma de creer que poco aportan mentalmente a los procesos y que es por ello que requieren de una supervisión estrecha. Estas prácticas son las que obligan a las organizaciones de hoy a desaprender los viejos estilos y comportamientos gerenciales.
Las personas se comprometen con el cambio cuando usted cambia, cuando las formas cambian y se les da la libertad de utilizar todo su potencial una vez que han sido facultados a través de un proceso de desarrollo.
Las Organizaciones de Clase Mundial, siguen cumpliendo su Triple Balance, mientras usted se tambalea en un mar de indecisiones respecto de la forma en cómo debe liderar a su gente. ¡Cambie eso ahora! y permita que los demás tomen también el control de aquello que les toca hacer como parte de su responsabilidad.
Trabajar en exceso, no es más que un sinónimo de “no saber qué hacer” en circunstancias difíciles, es el reflejo de la incapacidad de los líderes para conectarse con el mejor recurso a su alcance, el Recurso Humano.
Al trabajar en exceso, no sólo se bloquea mentalmente usted, sino permite que los demás se bloqueen junto con usted, eliminando cualquier posibilidad para innovar, buscar nuevas formas y salidas a sus problemas pero sobre todo accionar para hacer las cosas distintas, esas cosas que seguramente le podrán dar la diferencia competitiva en el mercado donde participa.
Así que libere a su gente, dedíquese desde ahora a desbordar el potencial que tienen escondido y despliegue su nuevo liderazgo por toda la organización. Avance sin miedos, inspire, dé la seguridad a los demás de que en su barco todos son necesarios y las aportaciones de todos cuentan para alcanzar sus anhelos. ¡Ha llegado la hora de DIFERENCIARSE haciendo lo que no ha hecho!
“Quítese el peso de encima”
Las grandes decisiones de cambio, comienzan en nuestro interior y quitarnos el peso del pasado es el mejor camino para comenzar a hacer lo que no se hacía antes. Si quiere actuar diferente y alcanzar sus resultados, abandone toda idea del pasado y comience el trabajo con usted mismo.
La renovación exige un cambio absoluto y un cambio absoluto no es maquillar el resultado, no es maquillar una nueva forma de actuación. Es hacer lo consistentemente y congruentemente, solo así podrá recuperar la credibilidad de sus colaboradores, solo así podrá volver a ganarse la confianza de quienes le hacen grande. Entienda de una vez por todas que los resultados que usted obtiene, son los resultados que le dan cada uno de sus colaboradores que para su fortuna o infortunio son del tamaño de su liderazgo.
Genere junto con ellos una nueva estrategia, entrénese junto con ellos en la mejora de su liderazgo por doloroso que sea el proceso de reconocer que se ha actuado mal en el pasado. Ello le pondrá en la mejor de sus posibilidades para volver a accionar con mayor intensidad y le dará la velocidad necesaria para implantar el proceso de cambio.
Gánese la confianza de su gente manteniéndose cerca de ellos, mejorando su nivel de interacción con ellos para dar la guía necesaria en forma permanente y para mantener la suficiente claridad en las nuevas estrategias que habrán de implantarse hacia adelante.
Un régimen de puertas abiertas, abra el nivel de escucha y con ello accione anticipándose a cualquiera de sus competidores. La anticipación ocurre cuando así se decide, cuando está consciente de que nadie puede ir antes que usted y para ello necesita desbordar el nivel creativo de toda su gente después de haber sido entrenado y desarrollado para ello.
Las personas facultadas producen mucho más que aquellas que tienen miedo a tomar decisiones y que están obligadas a consultarlo todo. Son tiempos de libertad, son tiempos de pensar diferente, de hacer cosas diferentes, así que abandone la forma arcaica de trabajar como “antes”
Los procesos, políticas y procedimientos que no sean operables elimínelos, así de sencillo, pero pierda el miedo a hacerlo.
El potencial de su negocio, está en manos del potencial que libere en su gente. Decídase a vivir diferente, haciendo ya las cosas diferentes, todavía hay tiempo para alcanzar ese sueño que pensó al inicio de año.
Reflexiones finales:
“Nada como abandonar las falsas creencias, pues es lo único que puede garantizarle una nueva forma de vida en el futuro”.
¡Si ésto le da temor, entonces dedíquese a otra cosa, lo suyo no es el liderazgo, mucho menos el cambio como un propósito de vida!
“Las empresas cambian cuando cambian sus líderes junto con su gente” y los resultados del cambio son directamente proporcionales a la mejora que muestre en su gestión de liderazgo, ni más ni menos.
“El cambio se produce cuando cambia la totalidad de su gente”
¡No se puede pensar en generar un cambio desde solo una persona, forzosamente se requiere la Participación de todos!
Autor Jorge Arturo Arias Romero - serparacreararrobagmail.com - Director General. – Consultoría Empresarial Humana. – www.cehu.com.
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