martes, 11 de septiembre de 2012

Un buen ambiente en la empresa






Las relaciones en el mundo laboral resultan ser en muchos de los casos verdaderos detonantes de situaciones críticas para nuestra empresa. En muchos casos, son muchas las personas que se tratan e interactúan a diario y es normal que existan roces entre ellos. Este tipo de problemas afectan al rendimiento de la empresa, algo que como emprendedores y dueños de nuestro propio negocio, no podemos llegar a permitir que suceda.
Las relaciones laborales son uno de los factores más importantes de una empresa, no son una cuestión que nosotros podamos elegir, como podríamos haber hecho en gimnasios, círculos de amigos o asociaciones, en nuestro caso no podemos elegir que clientes nos van a solicitar nuestros servicios, ni que jefes o compañeros de trabajo vamos a tener, por lo que tendremos que aprender a lidiar con esta problemática y aprender a ser tolerantes y respetuosos con cualquiera. Nosotros, como cabezas visibles de la empresa, tendremos que ser los primeros en mostrar esa imagen de respeto y buen ambiente entre los demás empleados.
El no llevar a cabo estos consejos puede originar problemas importantes en cuanto a la coordinación y producción de nuestro negocio, ya que una mala relación entre dos o más individuos dentro de la empresa puede perjudicar directamente el correcto funcionamiento ya que una de las principales características en este tipo de problemas es la omisión de responsabilidad, un factor clave que hará que no se preocupen de sus funciones.
Este tipo de problemas se puede solucionar buscando alternativas y actividades conjuntas que permitan soliviantar esas asperezas que se puedan haber originado. En el peor de los casos y habiendo mostrado reincidencia habrá que prescindir del personal que entorpezca el correcto funcionamiento de la empresa, aunque tendremos que agotar antes cualquier otra vía menos drástica.
Al igual que ha de haber un mínimo de cordialidad en la plantilla, incluidos todos los puestos de la empresa, también se debe de cuidar y mucho la imagen que nuestra empresa proyecta hacia el exterior. El trato con el cliente ha de ser exquisito, cuanto más mejor, esto determinará si éstos quedan satisfechos o no, independientemente del servicio que estemos prestando. Por muy extraño que parezca, son muchos los clientes que no vuelven a mantener contacto con una empresa debido al pésimo trato que han recibido, independientemente de la calidad de sus servicios.
No debemos olvidar que el trabajo no solo se basa en desarrollar nuestras habilidades sino que también supone tener que desarrollarnos como personas y saber mantener buenas relaciones personales, tanto sociales como laborales.
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