miércoles, 5 de septiembre de 2012

Comportamiento del consumidor. Cómo la mente modela las actitudes de consumo






por Jeimy Johanna López Guaje

El consumidor hoy en día, en mi opinión es más inteligente, “no pasa por ingenuo ni tonto”, ha encontrado que la globalización y la conectividad son las fuentes más poderosas para el cambio cultural y trasgeneracional y que su mente genuina y extraordinaria pasará por niveles altos entre las fronteras del conocimiento y del pensamiento con una adaptación en seis grados de separación, actuando y sintiendo la literalidad de la influencia al 100% en relación a las marcas. Y en base a esto, cada día hay más interés en el comportamiento humano por las disciplinas de la publicidad y el mercadeo, ya que el consumidor de hoy no es el mismo al de unas décadas pasadas: “sumiso y rígido”, porque hoy es más abierto, “selectivo y participativo” en recibir o explorar información completa y detallada de lo que más le inquieta, le apasiona y le atrae, claro está, que por su propia cuenta, sin dejarse seducir completamente por los mensajes publicitarios.
Sabiendo que no existe un simulador computacional de comportamientos humanos, veo factible desarrollar un modelo estándar del comportamiento humano utilizando las variables específicas de la salud física y emocional de un individuo combinándolas con las variables conocidas como la educación, la edad, la clase social, la religión, etc., a través de un software de comportamientos o utilizando el nuevo chip creado por la gigante compañía estadounidense de la informática IBM anunciado mundialmente el día jueves 18 de agosto de 2011 por Dharmendra Modha, jefe de proyecto de IBM Research. diciendo que “este chip, aún en etapa experimental, permitiría fabricar máquinas que emulen las habilidades del cerebro para la percepción, la acción y el conocimiento, sus posibles aplicaciones, imitando así la plasticidad del cerebro humano”.
Esto abriría las puertas para encaminar la construcción de un modelo estándar de comportamiento del consumidor- la base para el estudio, análisis de los diferentes tipos de comportamientos que se reflejan en el día a día en cualquier persona frente al consumo de un bien, servicio, idea o filosofía- como un apoyo valiosísimo y una riqueza importantísima para el trabajo de los publicistas y de los mercadólogos en la creación de estrategias de comunicación efectivas y eficaces. Para mi punto de vista, un modelo es una de las posibles soluciones para comprender la relación que existe entre la mente y el comportamiento del ser humano en conjunto con la publicidad y el mercadeo; pues esto se presenta como respuesta a algunos interrogantes que se plantea el publicista cuando se prepara para elaborar una campaña publicitaria, concretamente una pieza gráfica buscando un estilo / tono de comunicación apropiado, etc., para un producto y grupo objetivo específicos. Además es la forma de ayuda útil y efectiva para mejorar su labor y desempeño como lo hace un mercadólogo al momento de desarrollar estrategias de mercadeo con pautas definidas y/o cuando se concentra en crear nuevos productos y/o servicios dirigidos a heterogéneos nichos de mercado. Y es increíble que la respuesta a esta tarea se encuentre inmersa en nuestra mente y sea muy fácil de desarrollar como se analizará a continuación.
El modelo de comportamiento del consumidor es generado por la mente en segundos y sin darnos cuenta de este proceso, al igual que la mente es moldeable a nuestras capacidades y sea la pieza clave a nuestras creaciones; pues esta situación puede describirse como tangible y compleja con el tiempo, porque cada minuto, segundo de nuestro tiempo le estamos originando a la mente miles de pensamientos que hacen cambiar nuestro comportamiento en un dos por tres y adoptamos nuevas formas de comportamientos tomando posturas diferentes y/o a la vez actitudes positivas o negativas afectando las emociones y sentimientos manifestándose como un proceso cíclico y que luego será el comienzo para el desarrollo de un modelo comportamental de consumo.
Si vamos más allá del análisis para estructurar un modelo comportamental del consumidor, es importante basarnos en la objetividad expuesta sobre la ética, ya que ella nos indica la perspectiva inicial que desencadena cualquier comportamiento humano. La Ética que proviene de la palabra latín ehica y de la palabra griega thiká es un concepto filosófico que estudia la valoración moral de los actos humanos o también es el conjunto de principios y normas morales que regulan las actividades humanas, y es usado en la gramática como un adjetivo o complemento indirecto en la oración; y es empleado para expresar la ventaja, el inconveniente o el interés tomado en una acción (según la Real Academia de la Lengua Castellana). Según Savater, la actitud ética es ante todo una perspectiva personal, que cada individuo toma atendiendo solamente a lo que es mejor para su buena vida en un momento determinado y sin esperar a convencer a todos los demás de que es así como resulta mejor y más satisfactoriamente humano vivir. En cambio, la actitud política busca otro tipo de acuerdo, el acuerdo con los demás, la coordinación, la organización entre muchos de lo que afecta a muchos.
Por lo tanto, no sólo la filosofía hallará respuestas lógicas y coherentes a este estudio sino nos ayudará a entender otros conceptos entre ellos, la estrategia como un hecho comprobable que busca sistematizar las conjeturas y dar razones efectivas; y además que se requiere de una mente estratégica, disciplinada, responsable, sensible y ante todo ética para no perder y/o pisotear la esencia del concepto de este proyecto. Puesto que, la estrategia es en sí, la parte más indispensable de todo proceso; pues todo gira alrededor de ella, determina la base de acción y la funcionalidad siempre contestando la pregunta el qué.
El consumidor de hoy crea estrategias para conducir su comportamiento a la toma de decisiones, ya que ahora no hay estilos de vida predeterminados como muchos investigadores o sociólogos evidencian, sino rasgos de comportamientos más relevantes de la sociedad. El hombre es consumidor de todo lo que existe en el mundo y se ve enfrentado por la humanidad a asumir diferentes roles y a reaccionar de diferente forma, siendo: empleados, gerentes, empresarios, estudiantes, compañeros, amigos, padres, abuelos, sobrinos, tíos, primos, etc. Por ejemplo, en lo laboral se evidencia un comportamiento múltiple del ser humano a nivel organizacional, personal, profesional en constante evolución.
En el mundo de hoy, nos hemos convertido en consumidores de nosotros mismos, de nuestra profesión, de nuestras actitudes, de nuestros comportamientos y en sí de nuestra propia personalidad. De acuerdo a las circunstancias en que nos encontremos, desarrollamos nuevos comportamientos y nos vemos obligados a tomar múltiples personalidades y sin darnos cuenta manifestamos actitudes favorables o desfavorables.
Observamos en nuestro diario vivir que la frecuente necesidad de aprehender los diferentes cambios de comportamiento reflejan en nuestra personalidad y carácter una renovación de conductas, haciéndonos crecer en diferentes niveles porque la vida es pedagógica según Phillipe Cruellas, pues cada día se aprende algo nuevo sobre uno mismo, el mundo y los demás. Cada acontecimiento, sufrimiento y obstáculo pueden ayudarnos a descubrir nuestros límites como: la dificultad para amar y para tener éxito…, etc., y que uno de los sentidos de la vida es traspasar las barreras que nos impiden utilizar plenamente nuestras riquezas interiores para el perfeccionamiento de la personalidad. Y parece que empleamos sólo cerca de un quince por ciento de nuestro cerebro.
Autora Jeimy Johanna López Guaje - jeimy.lopez.guaje@hotmail.com
Publicista y Especialista en Gerencia de Mercadeo. Bogotá, D.C. – Colombia.
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