Uno de los temas que genera más desconfianza en la empresa familiar es la actitud y el protagonismo de los familiares políticos así como el insuficiente alineamiento de estos con la familia empresaria.
Lansberg ha señalado que “los parientes políticos son, en el peor de los casos, vistos como entrometidos, gente que crea división, sospechosos, y solamente interesados en los derechos que les benefician. Pero a menudo, los parientes políticos son simplemente un espejo de las tensiones y preocupaciones subterráneas de la familia empresaria y juegan con frecuencia el papel de mensajeros que luego son sacrificados por haber dicho lo que los familiares intuyen pero no se atreven a expresar. Sus puntos de vista en asuntos de familia o de negocios, incluso cuando son acertados, son ignorados o despreciados como si estuvieran motivados por la envidia hacia el poder y los privilegios de los miembros de la familia y de los que ellos carecen. Es obvio que los parientes políticos son diferentes. Han crecido en otras familias que pueden haber tenido valores y puntos de vista muy diferentes. Lo que muchas familias empresarias no valoran es que es precisamente esta diferencia lo que permite a los parientes políticos añadir valor a la empresa y a la familia”.
Sin embargo, el papel de los cónyuges en la empresa familiar es crítico para el éxito de la familia empresaria. Aspectos como la educación de los hijos, el apoyo al cónyuge que trabaja en la empresa familiar, su compromiso con los valores de la familia, su prudencia y discreción en las reuniones familiares y en casa con su cónyuge, su relación con sus cuñados y cuñadas son aspectos claves para reforzar la unidad y la estabilidad familiar y el compromiso con la continuidad de la empresa familiar.
Cuando un familiar se casa, su cónyuge se casa no sólo con una persona sino también con su empresa familiar y con la familia empresaria, dos instituciones con las que habrán de competir él y sus hijos. Además, muchas veces el domicilio está en el mismo edificio en el que viven sus padres, una parte de sus vacaciones las comparte con la familia en la casa de sus suegros o en un viaje conjunto en su barco,
¿Cómo podemos manejar esta paradoja?
En general, hay una actitud generalizada en contra de la incorporación de familiares políticos a la empresa familiar. Igualmente, las empresas familiares suelen ser reacias a incorporar familiares políticos a la empresa y a darles información y protagonismo … salvo que muestren su identificación y compromiso con su suegro y sus cuñados. En algunos casos, la postura es radical: “que sepan lo menos posible para evitar problemas”.
Los riesgos de la entrada de un familiar político a la empresa son elevados. Por un lado, su entrada puede cambiar el orden natural de la familia e incorporar a un yerno por delante de un hijo pueden provocar graves consecuencias en las relaciones familiares. Por otro, el riesgo de una separación matrimonial puede tener importantes consecuencias para la empresa. Y, por último, la incorporación de un yerno sin la experiencia y formación adecuada, sin los valores, compromiso y virtudes necesarias, que cree que tiene el derecho a dirigir por ser el cónyuge de un accionista, independientemente de su formación y experiencia previa, y que no cumple las normas de conducta ni los horarios puede crear una situación difícil para la familia y para la empresa.
Para lograr el compromiso de los familiares políticos que no trabajan en la empresa, es necesaria una información periódica y su presencia en el Foro Familiar
Para gestionar constructivamente esta paradoja es necesario promover una actitud más profesional en la familia empresaria. Efectivamente, para lograr el compromiso de los familiares políticos que no trabajan en la empresa, es necesaria una información periódica y su presencia en el Foro Familiar así como evitar la realización de acciones que supongan la marginación de los cónyuges. Por ejemplo, se debe evitar hablar de la empresa en las reuniones familiares informales. Esto se resuelve formalizando las reuniones del Consejo de Familia o del Foro Familiar.
Por otra parte, en lugar de tener una actitud negativa de la familia política, la estrategia más recomendable para lograr el compromiso de los familiares políticos es a través del reconocimiento de su papel, de la información periódica y directa de la propia familia, del conocimiento de la historia y los valores de la familia y la empresa, a través de su presencia en el Foro Familiar. Para ello es conveniente:
- clarificar su posible rol en la empresa: en la gestión, en el gobierno y en la propiedad,
- evitar la realización de acciones que supongan la marginación de los cónyuges. Por ejemplo, se debe evitar hablar de la empresa en horas de la familia, por ejemplo, en las reuniones familiares. Esto se resuelve formalizando las reuniones del Consejo de Familia o del Foro Familiar y prohibiendo hablar de la empresa en horas familiares,
- integrarlos en la familia empresaria, especialmente por el papel que pueden jugar apoyando a su pareja y transmitiendo a sus hijos su amor (o su resentimiento) a la empresa familiar. Esto se hace tangible a través de las reuniones semestrales o anuales del Foro Familiar, la representación de la familia propietaria en actos sociales o de actividades profesionales o de ocio financiadas por la empresa (un viaje anual, un seminario de formación en el Instituto de Empresa Familiar, etc.), a través de sesiones de información sobre la marcha de la empresa, etc.,
Otro aspecto crítico es el de la incorporación de familiares políticos a la dirección de la empresa de su suegro. A pesar de las reticencias a una decisión de este tipo hay varios casos en España excelentes. Además, los yernos suelen traer un nuevo aire a la empresa familiar. En particular, he tenido el privilegio de ser consejero familiar de tres de estas empresas y gran parte del éxito de la empresa está relacionada con el papel del familiar político.
En primer lugar, un familiar político puede ganarse la confianza de la familia y tener éxito en su incorporación a la dirección de la empresa familiar a través de prácticas como:
- no caer en la trampa de creer que por ser el yerno del propietario tiene el derecho a dirigir la empresa,
- no caer en la trampa de creer que porque ya trabaja otro familiar en un puesto de relevancia, él también tiene el derecho a ocupar una posición similar y unas condiciones de trabajo similares, independientemente de su formación y experiencia previa,
- tener una colaboración estrecha con el líder de la empresa, generalmente su suegro, antes de que se incorporen los hijos del líder,
- tener un cónyuge con un papel relevante y una autoridad emocional dentro de la familia así como una buena relación con los padres y hermanos,
- haber tenido una experiencia previa satisfactoria en otras empresas,
- mostrar una personalidad y una conducta adecuadas (autoestima suficiente para manejar la incertidumbre que hay en una empresa, sentimiento y actitud positiva hacia la familia, hacia su compromiso con la empresa, preocupación por la excelencia, laboriosidad y esfuerzo, lealtad, transparencia, iniciativa emprendedora, sencillez, austeridad, prudencia y serenidad, conducta predecible, pocas ansias de protagonismo y ostentación con la familia, evita poner pegas y hacer críticas, evitar manifestar a su cónyuge su malestar en la empresa, aprecie sinceramente los aspectos positivos de la empresa familiar, que no tenga miedo a comprometerse, que sea leal a la familia y a la empresa …),
En segundo lugar, un familiar político que asume funciones directivas en la empresa familiar debe conocer lo que se espera de él:
- que esté comprometido con la empresa familiar, que no sólo vea los aspectos negativos y que aprecie sinceramente los aspectos positivos.
- que esté comprometido en la formación de los miembros de la familia,
- que no intervenga en el juego político que se produce en toda empresa y familia,
- que sea un excelente profesional,
- que se haga merecedor de la confianza de la familia,
- que sea leal a la familia y a la empresa!
En tercer lugar, como miembro de la familia que trabaja en la empresa familiar y mientras no ocupe un puesto directivo debe:.
- Ser realista en la apreciación de sus capacidades, tanto para situarle en aquello que puede hacer como para las posibilidades de incrementar su desarrollo profesional.
- Tener un trato “humilde” con sus superiores, pares y colegas.
- Respetar a sus superiores, especialmente si son familiares políticos suyos, y cumplir con los encargos que reciba.
- Cumplimiento escrupuloso de los horarios y normas generales de la empresa familiar.
- Tener un sistema de remuneración de mercado según las responsabilidades que asume, sus competencias y los resultados que obtiene la unidad que lleva.
- No puede dar información de uso restringido a ningún otro miembro de la familia, ni transmitir opiniones sobre sus superiores salvo que le sean formalmente pedidas por quien tiene derecho a hacerlo.
Igualmente, la incorporación de un familiar político, especialmente si ejerce la dirección general, debe realizarse de acuerdo a una serie de reglas:
- requerirá siempre que sea aprobada por el consejo de familia,
- las atribuciones de cada familiar debe estar claramente definidas desde el principio,
- las áreas de actividad de cada familiar han de tener una elevada autonomía y deben estar en unidades claramente independientes,
- demostrar capacidades directivas y personales adecuadas para la empresa familiar y una trayectoria adecuada en otras empresas.
Por último, es necesario que la planificación de la sucesión y del reparto de la propiedad a cada hijo evite situaciones que provoquen conflictos innecesarios con los familiares políticos tal como expresa el siguiente ejemplo.
Autor: Joan M. Amat, SMC, Consultores en Management
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