Esas son unas de las primeras preguntas que le hago a mis clientes de coaching ejecutivo o de negocios y te invito a que te la plantees; particularmente si estás pensando establecer un negocio. Al final se trata de darle dirección paralela a tu vida personal y profesional; asegurándote que tu negocio goza de un propósito y destino claro, y va de la mano con tus metas personales.
A veces estamos tan ofuscados con el día a día del negocio que operamos en automático con el cerebro lleno de preocupaciones y frustraciones. De vez en cuando es bueno pausar y replantearnos si lo que estamos haciendo en el trabajo diariamente nos agrada y si tiene alguna congruencia con nuestros objetivos personales.
Por ejemplo, si para mi levantarme temprano y correr 2 millas por la mañana es algo bien importante, no puedo estar pensando en trabajar en un club nocturno. Suena bobo pero la realidad es que muchas veces nuestros empleos o negocios operan en contra de nuestras metas personales y la de nuestra familia.
Algunas preguntas adicionales que te puedes plantear:
¿Porque estoy en este negocio y que quiero sacarle?
A veces los empresarios se dan cuenta que el negocio ya no les atrae, es una carga familiar, les drena y lo que desean es venderlo en cuyo caso, trabajamos para ponerlo ganando y en posición de obtener la mejor oferta en el mercado.
¿Cómo me sirve y apoya este negocio a mí y mi familia?
En que manera el negocio te está apoyando a disfrutar más la vida. Hay veces que la pregunta es- ¿Controlas tu empresa o tu empresa te controla a ti?
¿A qué exactamente debe dedicarse mi empresa?
Esa pregunta te ayuda a entender tus fortalezas y debilidades, las oportunidades y riesgos externos, tu mercado y competencia. Se trata de definir el propósito de tu negocio y si no lo tienes claro será muy difícil planificar la dirección de la empresa.
¿Hacia donde quiero llegar con este negocio; a 5, 10 y 15 años?
Esta pregunta te ayuda a aclarar que quieres lograr al final del camino; lo que te motiva a seguir batallando. Cuando se pongan las cosas difíciles, te conviene tener esto claro porque será fuente de fortaleza para seguir ante las adversidades.
¿Con que tipo de personas me gustaría trabajar? ¿Qué características y actitud debería tener la persona?
Aclarando esta pregunta te evitarás muchos dolores de cabeza al reclutar tu equipo de trabajo. Define bien la persona y recuerda que más importante que el conocimiento y la experiencia es la actitud de la persona. La experiencia necesaria es algo que en la mayoría de los trabajos se adquiere en unos cuantos años. Cambiar actitudes es muy difícil.
La vida se vive momento a momento y los objetivos y metas son abstracciones que nos dan dirección pero es en el AHORA donde ocurre todo y lo que determinará si en donde trabajamos vale la pena.
Eso de soportar un negocio o trabajo porque en un futuro lograremos tal objetivo es mortal. A veces ese objetivo es puramente dinero para comprar cosas. A la larga nos desgastamos, frustramos y nos tornamos cínicos de la vida, Por eso, la pregunta final pudiera ser- ¿Momento a momento, cuando hago mi trabajo, lo disfruto, me da satisfacción y enriquece mi vida? Si la contestación es que no entonces pregúntate- Como puedo hacerlo que sea así? Y si no hay manera entonces pregúntate, Que alternativas de trabajo o de empresas existen en el mercado?
Fuente: http://www.tucoachejecutivo.com/
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