Las empresas son vulnerables a sufrir delitos como robos, fraudes y ataques cibernéticos por parte de piratas especializados en vulnerar los sistemas de protección de los negocios.
La encuesta Global de Delitos Económicos 2011 de PricewaterhouseCoopers (PwC) arroja que el año pasado, cuatro de cada 10 empresas mexicanas sufrieron actos criminales al interior de sus oficinas.
Sin embargo, el principio siempre es el mismo: hacerse de un bien de manera ilícita, así el robo se convierte por excelencia en la amenaza criminal número uno de las compañías que van empezando, pues las empresas pequeñas generalmente tienen menor capacidad de hacer frente a las pérdidas.
La fiscalía de prevención del delito a negocios en California realizó un estudio en el que cataloga los robos en tres tipos: los realizados por los clientes, los realizados por los empleados y los realizados cibernéticamente.
Las dos primeras categorías engloban las pérdidas materiales, mientras que la tercera se refiere a la información valiosa de la empresa que puede ser extraída de los dispositivos de almacenamiento digital como computadoras y discos duros externos.
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