sábado, 21 de enero de 2012
Cuidado con el exceso de Perfeccionismo
El perfeccionismo puede parecer algo bueno en apariencia, sin embargo, todas aquellas personas que confiesan abiertamente que son perfeccionistas se dan cuenta de que no disfrutan tanto como desearían del trabajo que realizan. Se esfuerzan tanto porque sea perfecto el resultado que no se relajan en el proceso. Y la realidad es que la felicidad implica saber disfrutar del camino y no sólo de la meta. Sin embargo, la sociedad actual nos presiona en exceso con la idea de la productividad y la necesidad de ser el mejor.
¿Cómo puedes evitar el exceso de perfeccionismo?
1) Poniéndote plazos para hacer las tareas y cumpliéndolos. Es decir, no te extiendas más de lo debido sino que debes tener paciencia y relajarte para poder avanzar y mejorar.
2) Permítete aprender de los demás y pide ayuda cuando lo necesites. El trabajo en equipo te ayuda a sentirte mucho mejor contigo mismo.
3) El perfeccionismo es lo opuesto al conformismo. Y por supuesto, ni una cosa ni otra son buenas. Aquel que se conforma, al final, da el mínimo en el día a día en la oficina.
4) La perfección es relativa porque se basa en la subjetividad. Y además, desde un punto de vista objetivo, todo se puede mejorar, siempre se pueden pulir algunos detalles. Esta sensación de imperfección la experimenta cualquier autor al escribir un libro.
5) Debes intentar hacer las cosas lo mejor posible cada día en la oficina. Sin embargo, debes saber valorar tus logros, descubrir tu talento y apreciar tu valor. De lo contrario, corres el peligro de creer que nada es suficiente y que siempre puedes crecer como profesional. Tienes todo el futuro para seguir mejorando.
6) El exceso de perfeccionismo es un gran defecto.
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