La innovación es una de las temáticas que mayor interés están despertando en la actualidad empresarial, situándose como una de las salidas a la propia crisis y como el camino que las empresas han de tomar para salir adelante. Una temática que está dando mucho que hablar, e incluso se puede hablar sobre ella como una ‘nueva moda’.
Dentro de este objetivo, cuando hablamos de innovación muchas veces pensamos que hemos de ser habilidosos y crear algo ‘nuevo’, ignorando que en otros sectores se logran avances con el paso del tiempo, y que podemos aplicar a nuestro negocio para conseguir un mejor resultado o gestionarla de una manera más eficaz.
Esta es una tarea compleja, puesto que la más difícil y meritoria de las aptitudes profesionales es tener la capacidad de relacionar las cosas, es decir, entender la esencia de las nuevas técnicas, su sentido, y posteriormente tener la habilidad para llevárrnosla a nuestro terreno. Sin lugar a dudas ha sido una estrategia que algunos innovadores han logrado, y a pesar de su carácter disruptivo, poco admirado con frases ignorantes como: “ya se había inventado”.
Por tanto, en esta época de cambios, resulta mucho más interesante que en otras épocas, el mantener una actitud observadora y atenta ante los distintos acontecimientos que se suceden, intentado ver un poco más allá que la simple invención, en un proceso de búsqueda constante de soluciones a los problemas el día a día de nuestra empresa u organización. Sin olvidar que muchas veces no hace falta que inventemos algo, sino que resulta en ocasiones mucho más gratificante el poseer la habilidad de aterrizarlo hasta convertirlo en soluciones a nuestros problemas del día a día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario