¿Por qué es importante plantear el tema del relevo generacional en la empresa agropecuaria?
Es un tema importante en toda empresa familiar. Queriendo o no, siempre ocurre. Hay dos opciones: ocurre de forma organizada e intencionada u ocurre con el fallecimiento del titular de la empresa. Por eso creemos que es importante que el tema esté sobre la mesa de las familias que tienen empresas ganaderas.
Este era un tema que salía de forma recurrente en distintas reuniones del Instituto Plan Agropecuario. Era difícil que los titulares de las empresas lo trataran y muchas veces terminaba en complicaciones. Empezamos hace cinco años a buscar materiales y a trabajar con los productores para ver cuál era la realidad de las empresas ganaderas en este tema, y luego las posibles soluciones. Además es un tema tabú, no es tratado en la sociedad por varios motivos: porque se habla de personas; porque se habla de reparto de dinero; y porque se habla de fallecimiento. Los problemas que tienen las empresas ganaderas uruguayas son muy similares a los que ocurren en otros países. Hay varias luces rojas, primero que el 50% de los titulares de empresas ganaderas en Uruguay tiene más de 65 años y más del 40% de esos empresarios no está trabajando el tema del relevo generacional.
¿En qué momento debe darse el cambio?
Una teoría dice que el cambio se inicia cuando nacen los hijos y por lo tanto es mucho más anticipado de lo que se piensa. La otra teoría dice que la preparación del futuro sucesor lleva entre 10 y 15 años, para que conozca en profundidad la empresa. Esto debe hacerse de forma planificada. El relevo generacional es gradual, evolutivo y muchas veces imperceptible. Tiene dos partes fundamentales: una cuando se hace la entrega de la herencia; y la otra es la entrega del control de ese capital, lo que muchas veces ocurre muy tarde. Muchas veces uno va a una empresa agropecuaria y el que decide cuándo vender y cuándo comprar es el titular, que tiene 80 o 90 años.
¿Por qué el padre de la familia se resiste a este cambio?
Primero porque a este tema no se lo considera un problema. En charlas con productores preguntamos si este es uno de los principales problemas de la empresa y en un primer momento responden que no. Por lo tanto, esto no se planifica. Otra cosa que piensa el titular de una empresa es que va a vivir toda la vida y que nadie va a dirigir su empresa mejor que él mismo. Muchas veces pasa también que los titulares no ven a sus hijos como responsables para manejar una empresa. Otra razón es que el titular de la empresa no sabe qué hacer si mañana se retira. También pasa que la empresa no se puede hacer cargo de una jubilación decorosa de su titular. Además, en Uruguay no hay políticas adecuadas para que los titulares de las empresas se puedan retirar a edades normales.
¿Cómo debe prepararse un joven para estar al frente de una empresa agropecuaria?
Lo primero es que quien entrega el lugar tiene que mostrar predisposición al cambio, lo segundo es la planificación general. Una buena comunicación también es fundamental, entre quienes dirigen la empresa y también de los que están afuera, porque también son parte de la empresa. Es importante que los futuros sucesores estén preparados para dirigir una empresa, lo que es clave. Además, tienen que tener experiencia previa. Estudiamos casos de relevos exitosos y es claro que la experiencia previa en otras empresas es importante. Lo más importante es que la persona que haga el relevo sea apto. Lo que debemos preguntarnos es: ¿nuestros hijos son aptos para gerenciar una empresa? A veces la respuesta puede ser negativa y en esos casos hay que resolver contratar a un privado o poner al frente a otro familiar que sí sea apto.
¿El género influye?
Ante la ley somos todos iguales. Generalmente sucede que el hijo varón tiene más posibilidades de recibir mayor parte de la herencia, esto ocurre en muchos países. A veces hablando con productores les consultamos por qué la hija no puede quedar al frente de la empresa y ellos no tienen respuesta. Generalmente se trata de dejarle la responsabilidad al hijo varón. Hay que preguntarse si el varón es el más capaz para dirigir la empresa y por qué no la mujer.
¿La adopción de nuevas tecnologías de producción ayudaron a cambiar la cabeza de los productores?
Muchas veces se confunde darle lugar al hijo en la empresa con comprarle un tractor último modelo o una cosechadora, y el futuro sucesor de la empresa pasa a ser el tractorista. En un primer momento esta medida significa mano de obra barata, pero esto más adelante se transforma en un problema, cuando el joven se casa, forma su familia y sigue viviendo ahí y realizando la misma tarea. Entonces pasa a ser el tractorista más caro de la empresa y no se lo puede despedir porque es un hijo. El principal conflicto es de deseos, porque los titulares de más de 50 años nunca pensaron en retirarse y, por otro lado, los hijos de los titulares desean hacerse cargo de la empresa en cinco o seis años.
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