jueves, 23 de agosto de 2012

La marca comercial






La marca comercial es un nombre, término, signo, símbolo, diseño o una combinación de éstos que se le asigna a un producto, servicio o empresa con el fin de identificarlo y distinguirlo de los demás productos, servicios o empresas que existen en el mercado.
Pero además de permitir que el consumidor pueda identificar un producto, servicio o empresa, y distinguirlo de la competencia, la marca comercial también permite:
transmitir una identidad: al servir como medio para transmitir el concepto, el estilo, la personalidad, la esencia o alguna característica importante del producto, servicio o empresa.
realzar la publicidad: al servir como medio publicitario, además de facilitar el posicionamiento del producto o servicio en la mente del consumidor.
fidelizar al cliente: al hacer notar la calidad de un producto o servicio, logrando así no solo que el cliente siga repitiendo su adquisición, sino que también decida probar otros productos de la misma marca.
Pero además de estas funciones, una marca comercial puede llegar a generar experiencias, percepciones y sentimientos positivos en el consumidor, logrando tal conexión y lealtad en éste, que sería capaz de pagar mucho más dinero por el producto o servicio de la marca que lo que pagaría por los productos o servicios de las marcas competidoras.
Marcas famosas como Coca-Cola, McDonald’s y Nike son algunos ejemplos de marcas que cumplen a cabalidad con lo anterior y que, debido a ello, pueden llegar a valer miles de millones de dólares, e incluso, llegar a ser consideradas más valiosas que los todos activos físicos que poseen.
Veamos a continuación los pasos necesarios para crear una marca comercial:
1. Definir identidad de marca
El primer paso para crear una marca comercial consiste en definir su identidad, es decir, determinar qué es lo que queremos transmitir a través de ésta, qué es lo que queremos que proyecte, cómo queremos que el consumidor la perciba, etc.
Por ejemplo, a través de nuestra marca podríamos querer transmitir el concepto, el estilo, la personalidad o la esencia de nuestro producto, servicio o empresa, o podríamos querer transmitir un atributo o beneficio importante de éste que nos diferencie de la competencia (por ejemplo, calidad, estatus, prestigio, confianza, seguridad, etc.).
2. Elegir nombre de marca
Para elegir el nombre de nuestra marca debemos tener en cuenta la identidad de marca que hemos definido anteriormente, pero además, para que sea un nombre efectivo, deberíamos cumplir con las siguientes reglas:
debe decir algo sobre el producto, servicio o empresa: por ejemplo, sugerir algún atributo o beneficio.
debe tomar en cuenta el público objetivo: por ejemplo, apelar a sus gustos y preferencias.
debe ser fácil de pronunciar, reconocer y recordar: de preferencia debe ser corto y sencillo.
debe ser distintivo: debe ser capaz de distinguir o diferenciar al producto, servicio o empresa de la competencia.
3. Diseñar logotipo
A diferencia de la elección del nombre de marca, diseñar un logotipo no es una paso obligatorio en el proceso de crear una marca comercial, pero sí un paso importante si queremos que ésta pueda posicionarse en la mente del consumidor.
Para diseñar el logotipo de nuestra marca lo recomendable es contratar los servicios profesionales de un diseñador gráfico, pero en caso de que optemos por diseñarlo nosotros mismos, algo que podemos tomar en cuenta es que logotipos suelen estar conformados por letras y símbolos, por lo que podríamos empezar por escribir el nombre de nuestra marca, darle al texto la tipografía que mejor corresponda a su identidad, y luego encerrar el texto en algún símbolo o ponerle uno al lado que, igualmente, mejor la represente.
4. Registrar marca
Una vez que hemos definido nuestra marca, un paso importante consiste en darle protección legal para que otras empresas no puedan utilizarla, utilizar una similar, o copiarla con el fin de aprovecharse de su prestigio.
Para ello, debemos acudir a la oficina de marcas y patentes u oficina de signos distintivos de nuestro país, y solicitar el registro de nuestra marca indicando los productos o servicios que serán identificados con ésta, y adjuntando nuestro logotipo en caso de que hayamos diseñado uno.
5. Posicionar marca
Finalmente, debemos posicionar nuestra marca en la mente del consumidor para que éste la tenga siempre presente cuando vaya a adquirir nuestro tipo de producto y, por tanto, haya más probabilidades de que nos elija antes que a la competencia.
Y para ello, debemos hacerle publicidad (por ejemplo, incluyendo nuestro logotipo en todos los medios de promoción que podamos, tales como afiches, folletos, tarjetas de presentación, etc.), pero sobre todo ofrecer un producto o servicio de muy buena calidad que permita que nuestra marca se gane la confianza del consumidor.
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