jueves, 30 de agosto de 2012

El Fracaso en Empresas Familiares





por Darsy Rojas

El fracaso es algo que siempre está presente, en muchas ocasiones para triunfar hay que fracasar, ya sea una o más veces. Somos seres humanos, por lo tanto, cometemos errores, pero, hay que saber aprender de ellos para no volver a fracasar. El miedo que nunca debemos perder es miedo a fracasar
Las empresas familiares muchas veces fracasan por problemas internos, por problemas de ambición, por peleas entre hermanos, primos, etc.
De las empresas familiares sólo el 35-40% sobreviven a la segunda generación, y escasamente entre un 10- 15% sobreviven a la tercera generación, es decir, de cada 20 empresas sólo 3 sobreviven a los nietos.
De acuerdo a estudios realizados en Estados Unidos, se observó que en las empresas familiares el 10% de estos fracasos se debe a la falta de capacidad del sucesor, el 20% a razones de negocio, el 10% a falta de capital, el 60% de los casos de fracaso se deben a temas puramente familiares.
Entendemos por empresa familiar aquel negocio cuya propiedad pertenece –en su totalidad o en su mayoría- a miembros de una sola familia.
La empresa familiar se caracteriza porque sus miembros trabajan en equipo y tienen lazos fuertes. Este tipo de negocios, suele endeudarse menos que los que no son familiares; generalmente cuentan con gran liquidez. Es menos burocrática a la hora de tomar decisiones, más flexible, adaptándose de forma más rápida a los cambios del entorno. Los miembros de una empresa familiar suelen resolver sus problemas internamente y sólo en contadas ocasiones recurren a la asesoría externa formal.
La lealtad, el compromiso y la dedicación al negocio son mucho más profundos y están más arraigados en la empresa familiar que en la empresa tradicional. Esta realidad, debería darle a este tipo de negocios un éxito rotundo y desde luego, permanencia.
Para el socio director de Niethardt & Asociados Consultora de Empresas Familiares, Ernesto Niethardt, “si bien la empresa familiar se caracteriza por estar conformada en sistemas como empresa y familia, esto es una fuente de ventajas competitivas a nivel empresarial, pero también de numerosas dificultades y conflictos derivados de la complejidad emergente de la superposición de sistemas con una marcada diferenciación de funciones, reglas, roles y contextos”.
Niethardt, quien a su vez es miembro de Family Firm Institute (FFI), afirmó que entre las desventajas de las empresas familiares se cuentan:
* Una mayor tendencia a la autofinanciación y un menor acceso a las fuentes de financiamiento
* Existen conflictos de intereses entre las necesidades de la familia y la empresa.
* Los conflictos familiares pueden incidir en la empresa.
* La falta de sucesores competentes y calificados.
* Dificultad de atraer y mantener buenos directivos no familiares.
* Mayor rigidez a los cambios, que se puede manifestar a la hora de introducir nuevas tecnologías, sistemas organizativos, planificación de la sucesión.
Si la empresa familiar cuenta con tantos atributos positivos, ¿por qué tan sólo 1 de cada 3 empresas logran pasar exitosamente a la siguiente generación?
Daremos a conocer factores por los cuales las empresas familiares podrían fracasar:
* Falta de planeación. La falta de una planeación formal de largo plazo, con estrategias y objetivos claramente definidos en cuanto a tiempos, cantidades y personas responsables.
* Resistencia al cambio. Los padres suelen resistirse a aceptar las críticas y cuestionamientos que los hijos realizan a los procesos que han funcionado por décadas, minimizando e incluso, anulando las aportaciones sobre innovación que éstos deseen activar. Por su parte, los hijos se sienten coartados al no poder llevar a cabo sus ideas o aportar su creatividad, pues esto tiene un “costo” para el negocio y no hay certeza o garantía alguna de que las iniciativas funcionen. A lo anterior, se le debe agregar la molestia de saberse preparados profesionalmente para iniciar nuevas fórmulas o metodologías de trabajo, lo cual hace que su frustración sea mayor por no contar con la confianza y el poder suficientes para tomar decisiones y asumir responsabilidades.
* La delegación de autoridad, de responsabilidad y de manejo de los recursos, suele centralizarse en una persona hasta el último minuto, en vez de capacitar y entrenar al sucesor mediante una correcta delegación y la confianza de involucrarlo en la toma de decisiones cada vez más trascendentes para el negocio.
* Mezcla de roles familiares y profesionales. Se trasladan los roles familiares al ámbito profesional, cerrando así la posibilidad de conocer a los miembros de la familia desde otro ángulo o perspectiva: el primogénito de la familia sigue siéndolo en el negocio, tenga o no, las cualidades y el liderazgo necesarios para manejarlo. Las mujeres ocupan puestos secundarios aun y cuando estén preparadas para asumir nuevos retos, responsabilidades mayores e incluso el liderazgo total. Lo anterior provoca que existan diferencias entre hijos e hijas, difíciles de enmendar más adelante.
* Control inapropiado. En aras de conservar el control total de la empresa, no se invita a socios externos. Todos los puestos de trascendencia son ocupados por miembros de la familia, aun y cuando éstos no estén del todo capacitados para ejercerlos.
* Toma de decisiones inapropiadas. Se carece de un consejo o de una figura legal en donde se discutan formalmente asuntos importantes y se tomen decisiones grupales. Las decisiones generalmente son emocionales más que racionales, tienen poco sustento financiero, contable y carecen de conocimiento del mercado.
* Carencias administrativas. En las micro y pequeñas empresas, la falta de sistemas administrativos estandarizados, de personal capacitado y una asignación ineficaz de los recursos, coadyuvan a su fracaso.
* Falta de motivación. La falta de motivación en las empresas podría llevar al fracaso a la empresa, debido a que si no hay motivación será casi imposible lograr las metas y objetivos de la empresa.
* Falta de trabajo en equipo. El trabajo en equipo es fundamental, debido a que las metas y objetivos se cumplen fácilmente si entre todos se apoyan y se ayudan
Principales problemas de la empresa familiar:
La efectividad es sacrificada por la afectividad. Por ejemplo si el esposo es el director general y la esposa la gerente de administración, es muy común que se confundan y que actúen de acuerdo a la relación de esposos y no de acuerdo a las funciones del puesto que les corresponde.
Carencia de indicadores clave de desempeño. El miembro de la familia que ejerce un puesto directivo o gerencial no está sujeto a indicadores de desempeño, es decir, a parámetros claros de rendimiento y de resultados requeridos por la empresa.
La empresa es considerada como una especie de fundación o casa hogar. Algunas empresas parecen tener como objetivo mantener a cada vez a más miembros de la familia sin importar las aportaciones reales que estos hacen a ella.
Carencia de competencias. Los miembros de la familia no cuentan con entrenamiento formal para ser empresarios, por lo que es muy común que la empresa se dirija desde el área de producción.
Falta de seguimiento a metas y compromisos. Es muy común que en la empresa familiar no exista quien le exija resultados al puesto de director de la empresa, pues normalmente este último también es el dueño de la misma.
Para lograr permanencia de la Empresa Familiar se sugiere lo siguiente:
* Conocer y familiarizarte con los factores que ocasionan el cierre de las empresas familiares.
* Identificar y reconocer cuáles de esos factores afectan o podrían afectar a tu empresa.
* Tener una absoluta disposición para elaborar –en familia- las estrategias de sucesión que garanticen la vida y permanencia del negocio y llevarlas a cabo. En este punto, se debe incluir que es muy importante discutir abiertamente el tema de la sucesión, ¿cómo se llevará a cabo?, ¿cuándo?
* Contar con foros formales para la toma de decisiones: el consejo de administración y el consejo familiar son dos órganos que nos ayudan a profesionalizar el negocio, proporcionando un canal de comunicación objetivo y empresarial.
* Separar las cuestiones laborales de las emocionales. Por el bien de nuestra empresa familiar, no podemos tomar decisiones basadas en cómo nos sentimos con un miembro de la familia.
* Asignar las funciones, responsabilidades, sueldos y prestaciones de acuerdo con las capacidades y aptitudes de cada persona y no con su jerarquía familiar. De preferencia, te recomendamos utilizar tabuladores de sueldos para hacerlos más justos.
* Si no se cuenta con el familiar adecuado para ocupar un puesto de relevancia, se debe tener la apertura suficiente para contratar a un empleado externo, quien seguramente resultará muy útil para la empresa familiar, al aportar ideas nuevas y distintas, ayudando además, a dar objetividad a los problemas y una nueva visión para encontrar soluciones.
Ejemplo de empresa
Conclusión
Las familias son dinámicas y están en continuo crecimiento. Lo mismo sucede con las empresas: las necesidades de ambas, van cambiando lo mismo que su entorno.
Las empresas familiares deben establecer prácticas de un buen gobierno corporativo, pero además deben determinar un plan de sucesión efectivo que haga sostenible el negocio. La mayoría de estas empresas no cuentan con dicho plan, lo cual demuestra lo crítico e importante de los esquemas de sucesión en este tipo de organizaciones.
Para poder salir adelante con una empresa familiar, es muy probable que tengas que fracasar en alguna oportunidad, pero eso no es malo del todo, debemos aprender de los errores y no volver a cometerlos.
Autora Darsy Rojas – Universidad Nacional Andrés Bello
Ing. En turismo y hotelería
Facultad de Economía y Negocios
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