La contratación del primer empleado es sin duda uno de los grandes hitos de una nueva empresa. Puede que suceda antes de iniciar la actividad, o puede que sea un evento que se produzca más tarde, si empezaste tu negocio en solitario o solo con socios capitalistas. Te damos unos consejos para que contratar a un trabajador sea un éxito.
1º- Asegúrate que de verdad lo necesitas
La nómina es uno de los grandes puestos de gastos de una empresa. Antes de ponerte a contratar a una persona, haz un estudio serio de cómo está evolucionando tu actividad, y valora si de verdad necesitas a una persona. Se prudente, y si solo necesitas alguien a media jornada, haz el contrato correspondiente. Siempre podrás ampliar horarios después.
2º- Define el puesto de trabajo
En empresas pequeñas, es habitual que el fundador o el grupo de socios sean multitareas. Una de las consecuencias puede ser que las responsabilidades de cada uno no sean bien definidas, lo que puede llevar a contratar a una persona sin tener bien definido su puesto de trabajo y sus responsabilidades. Sin embargo, es imprescindible dibujar unas funciones claras y precisas, aunque luego puedan evolucionar con el tiempo.
3º- Define el perfil que buscas
Una buena definición de puesto te permitirá definir correctamente el perfil de empleado que buscas. Para que una persona sea productiva en su trabajo tiene que tener un perfil adecuado al puesto. No caigas en la tentación de buscar a una persona demasiado cualificada para tareas administrativas sencillas: se amargará. Y tampoco busques un perfil demasiado básico para un puesto que consideres estratégico. Si pagas mal, no podrás esperar tener al mejor candidato.
4º- Escoge el perfil de empleado adecuado
La formación y la experiencia profesional son importantes a la hora de elegir un candidato, pero más importante es saber su perfil personal. Igual que en su día definimos los perfiles de personalidad de los emprendedores, un empleado puede ser más analítico (función técnica), promotor (función comercial), controlador (función de gestión) o facilitador (función de apoyo o de innovación).
Para identificar lo que disfruta haciendo una persona, pregúntale en una entrevista sobre sus logros profesionales y los momentos que más disfruta. Aunque muchos candidatos tengan respuestas preparadas, si insistes sobre estos aspectos y repasas distintas experiencias profesionales, puedes llegar a identificar patrones.
5º- Pública la oferta
A la hora de la verdad, tienes dos opciones. O haces tu mismo el proceso de selección o contratas a una empresa especializada. Si haces lo segundo, tendrás que pagar aproximadamente un 10% del sueldo bruto anual, pero a cambio no tendrás que preocuparte por filtrar las grandes cantidades de candidatos que se presentarán. Además los especialistas del sector probablemente sean más acostumbrados a encontrar el perfil que necesites.
Si lo haces tú mismo, prepárate a recibir cientos y miles de curriculums. La situación económica es complicada y muchas personas se presentan a puestos aunque no cumplan muy bien con los requisitos. El trabajo de filtro será importante. Al final, tendrás que encontrar de 5 a 10 candidatos para entrevistarles personalmente.
6º- La entrevista
No intentes convertirte en un profesional de recursos humanos. Olvídate de juegos y de preguntas trampas. Se sincero sobre lo que buscas, sobre lo que propone la empresa, explica y pregunta. Con una conversación normal podrás hacerte una opinión bastante buena sobre un perfil.
Si tienes dudas, vuelve a entrevistar más candidatos. Si estás solo y no estás seguro de tu opinión, pide a alguna persona de confianza de tu ámbito profesional que participe contigo a la entrevista para dar su opinión. Pero al final decides tú y siempre piensa en lo mejor para la empresa.
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