viernes, 22 de junio de 2012

Los beneficios emocionales de pertenecer a una Pyme




por Victoria Faraone

Los beneficios para los empleados no están reducidos a la estructura y la capacidad económica de una empresa. En esta nota Ghidini Rodil te cuenta cómo potenciar los beneficios con los que ya contás en tu pyme

Los paquetes de beneficios que brindan las empresas a los empleados tienen hoy un peso casi tan importante como el salario y el desarrollo que se ofrece. Sin embargo, las posiciones pueden ser muy diferentes de acuerdo al tamaño de la empresa en cuestión.

El siguiente ejemplo nos pareció un buen disparador para pensar esta problemática…

Luego de realizar una presentación, donde enfocamos nuestra charla en los beneficios que las empresas brindan a sus empleados, se nos acercó un Gerente General de una Pyme y nos consultó: “Cómo puedo competir yo con los paquetes y los beneficios que ofrecen las multis. No tengo la estructura ni los fondos necesarios. Me sería imposible ofrecer beneficios a mis empleados para poder retenerlos, frente a lo que ofrecen las grandes compañías…”

Esta afirmación nos disparó una reflexión…

¿Es meramente reducible la implementación de beneficios para los empleados a la estructura y la capacidad económica de una empresa? ¿No podríamos pensar que la capacidad para otorgar beneficios a los empleados debiera estar más ligada a la cultura de la organización, al compromiso y a la comunicación que la empresa tiene con su gente? Enfocados en este punto sabemos que las pequeñas y medianas empresas tienen mucho para ofrecer…

De la otra vereda, nos hemos enfrentado a comentarios de diversos candidatos que cuando mencionan su experiencia laboral en pymes, siempre resaltan los beneficios de la “personalización” y que, en la mayoría de los casos, sienten que pierden al ingresar a una multinacional.

Pertenecer a una pyme, ya sea por la dinámica, la cultura y la cercanía en cuanto a las jerarquías organizacionales, proporciona ciertos beneficios que no suelen encontrarse en las grandes compañías, donde los empleados terminan siendo un número que engrosa el headcount de la dotación del área o empresa.

En una Pequeña o Mediana Empresa, en muchos casos, la Organización visualiza a las personas como seres a los que les suceden cosas, que tienen necesidades y a los que la empresa puede también comprender, no sólo a nivel profesional, sino también a nivel personal.

La flexibilidad es, sin lugar a dudas, un beneficio que nos proporciona el “contar con el jefe cerca”, y que otorgan este tipo de estructuras a sus empleados. Es muy común escuchar: “Mañana tengo que ir al médico, me voy un rato antes…” o “Tengo la reunión de padres, llego más tarde”.

Ahora bien, la reflexión nos lleva a pensar: ¿qué hacemos con esto que sabemos que existe y no nos cuesta dinero extra, sino que forma parte de nuestra cultura e impacta en la calidad de vida de nuestros empleados?

Primero: ¿Somos conscientes de esto?

Segundo: ¿Son conscientes de esta realidad nuestros empleados? ¿Lo vivencian como beneficios adicionales, por fuera de la remuneración, o simplemente se perciben como beneficios naturales?

Es importante darle formalización a estos beneficios para poderlos comunicar. De esta forma, los empleados tendrán la posibilidad de identificarlos como tales y entender que son parte de una compensación adicional con los que la empresa los retribuye. La reglamentación servirá, además, para evitar las injusticias de beneficiar a algún empleado sí y otro no.

Otro punto a considerar es que los sistemas de beneficios flexibles trasladan la posibilidad de elegir al empleado, a través de puntos o créditos que dispondrán y que serán posibles de canjear dentro de un abanico de posibilidades que la Empresa designe.

Aquí es importante hacer jugar la creatividad, más allá del presupuesto con que contemos. Sobre todo aprovechar el contacto con la gente, escuchando acerca de las necesidades y de lo que los empleados perciben como valor adicional. Y en esto, es más que importante la posibilidad que brinda este tipo de empresas, que dada su estructura, existe gran cercanía entre el equipo y se convive a diario en un clima de trabajo cuasi familiar.

Como modo de poder investigar sobre las necesidades de nuestro grupo de trabajo, podemos pensar en encuestas anónimas, o bien, en entrevistas individuales, donde el relevamiento sea más personalizado.

Es importante tener en cuenta que existen beneficios que no necesariamente nos exigen contar con un gran presupuesto adicional. Algunos ejemplos podrían ser:

-Horario flexible.
-Home working.
-Día de cumpleaños libre.
-Beneficios o descuentos en la compra de productos que vendemos / elaboramos.
-Días “feriados” flexibles en el año.
-Vacaciones adicionales.
-Trabajo con vestimenta informal.
-Viernes flexible en verano.
-Extensión en licencias por paternidad.
-Gift cards para los cumpleaños, casamientos, nacimientos, aniversarios.
-Canastas de frutas y cereales todas las mañanas.
-Chequeos médicos y vacunas extras.
-Reintegro de entradas de cine, museos (con topes mensuales), etc.

A modo de síntesis, podemos destacar la importancia de la formalización y de la reglamentación de aquellas prácticas ya instauradas como naturales y la relevancia e impacto al comunicarlo al plantel de nuestros empleados. Y claramente aprovechar las ventajas de pertenecer a estructuras donde la cercanía es un valor que, sin lugar a dudas, favorece nuestra calidad de vida.

Autora: Victoria Faraone – Gerente Gestión de Personas – vfaraone@ghidinirodil.com.ar – http://www.ghidinirodil.com.ar/


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