Normalmente en los consejos de la semana nos centramos en cuestiones que nos pueden ayudar a arrancar un negocio, y a los emprendedores que están arrancando su proyecto les queda aún lejos el plantearse la venta del mismo. No obstante, hay determinadas medidas que podemos adoptar desde la puesta en marcha de nuestro negocio que nos pueden ayudar si en algún momento del futuro nos planteamos su venta.
No voy a plantearme el asunto de la valoración de la empresa, que es una cuestión que se estudia ampliamente en el análisis financiero, sino más bien en algunos aspectos que suelen pasarse por alto, y que nos pueden ayudar a que nuestro negocio valga más de cara a posibles compradores. En esencia, lo que propongo es que incrementemos algunos activos intangibles que pueden ser muy valorados por potenciales compradores, y que cuidemos desde el principio que nuestro negocio sea transparente y fácilmente transferible.
Activos intangibles: Hay muchos aspectos del negocio que no tienen que ver directamente con las cifras de beneficios o flujos de caja, pero que pueden llegar a añadir mucho valor al mismo. Veamos algunos de ellos:
Cartera de partners: Una empresa que cuenta con aliados y partners que aportan mayor valor añadido al negocio indudablemente vale más que otra que no disponga de estas alianzas. La generación de esas alianzas, compartiendo proyectos con otras organizaciones, puede fortalecer la posición competitiva de la empresa, y le añade valor.
Cartera de clientes: Sin duda, el fondo de comercio es uno de los grandes activos de una empresa. Contar con clientes importantes, y sobre todo fieles, puede contribuir a aumentar notablemente el valor de la empresa.
Imagen pública y reputación: La participación en ferias, congresos, conferencias y ponencias aporta mayor visibilidad a la empresa y contribuye a forjar una reputación en el sector. También recomiendo participar en concursos o certámenes de empresa; un premio prestigioso aumentará el valor de nuestro negocio.
Clima laboral: Un personal motivado y de alto rendimiento añade muchísimo valor a una empresa, además de dotarla con una fortaleza competitiva de alto valor añadido. Si tenemos un equipo que funciona, nuestro negocio tendrá mucho más valor para potenciales compradores.
Recursos de marketing: Todo lo que hagamos por potenciar nuestra marca añadirá valor a nuestra empresa de cara a su venta. Además, es recomendable que, llegado el momento de plantearnos o negociar la venta, no sólo no reduzcamos el esfuerzo en marketing, sino que lo intensifiquemos. Detalles como contar con provisiones suficientes de materiales promocionales (catálogos, folletos, etc.), o contar con una web plenamente actualizada y una presencia activa en redes sociales, causarán una buena impresión y nos pondrán en mejor posición para negociar una venta de la empresa.
Transparencia y transferibilidad: Hay también muchos aspectos relacionados con la facilidad para potenciales compradores de entender y asumir nuestro negocio que nos ayudarán a obtener un mejor precio por él:
Transparencia contable: unos estados financieros fácilmente comprensibles (y fieles a la realidad) sin duda nos ayudarán a la hora de negociar un buen precio por nuestro negocio.
Sistemas de calidad y excelencia: A parte de la contribución de valor añadido que puede aportar al negocio, este tipo de sistemas hace mucho más fácil ofrecer una transferencia ordenada y fácil del negocio, y lo hace más atractivo a posibles compradores. Sin necesidad de entrar en caros procesos de certificación, el hecho de contar con guías de procedimientos, sistemas definidos (por escrito) y descripciones claras de puestos de trabajo pueden satisfacer esta necesidad.
Evitar una excesiva dependencia del propietario: El negocio debe poder funcionar un tiempo sin nosotros, no debemos hacerlo depender excesivamente de nuestra persona. Debemos poder apoyarnos en nuestro equipo, y esto es algo que debemos fomentar desde el primer día de actividad.
Es cierto que la posibilidad de vender el negocio sólo se plantea una vez la empresa ya cuenta con una trayectoria, un crecimiento y una posición en el mercado. Sin embargo, muchos de los elementos que he señalado para incrementar el valor del negocio son mucho más factibles y menos costosos de implementar desde el primer día de actividad. No los perdamos de vista cuando arranquemos nuestro negocio, pues es probable que lo agradezcamos algún día.
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